Por Natalia Ruiz Diaz, de IPS.
Lo peor es que las aguas del río Paraguay podrán ascender de nuevo en breve, tras alcanzar el nivel histórico de 7,19 metros en el puerto de Asunción, lo que empujó las aguas al interior de la ciudad tras anegar completamente los barrios bajos de la ribera, donde los botes se convirtieron en la única forma posible de transporte.
Las intensas precipitaciones no solo inundaron Paraguay, sino regiones de la cuenca del Paraná en Argentina y Brasil.
En Argentina los evacuados son al menos 12.
000 y en Brasil están en torno a los 50.
000 y las autoridades de los dos países alertan que la situación empeoraría porque se pronostican más lluvias en breve tiempo.
En Paraguay, las cifras oficiales sitúan en más de 15.
000 familias las desplazadas por las inundaciones.
En esta capital de 514.
000 habitantes, más de 60.
000 personas debieron dejar sus viviendas e instalarse en campamentos, en predios de las fuerzas militares o en espacios públicos.
Alejandro Max Pastene, del departamento de Climatología de la Dirección Nacional de Meteorología e Hidráulica, dijo a IPS que junio, cuando comenzaron las lluvias intensas, julio y agosto son habitualmente meses secos en el país.
Así que cuando llegue la época normal de lluvias, de octubre a marzo, "no habrá dado tiempo a bajar el nivel del río".
Además este año, recordó, "las lluvias desde octubre van a ser especialmente intensas por efecto de fenómeno meteorológico El Niño/Oscilación del Sur".
Este produce cuando aumenta la temperatura superficial del agua en las áreas oriental y central del Pacífico ecuatorial.
Pastene recordó que el nivel crítico de inundación del río de Paraguay es de 5,5 metros, casi dos metros menos que su actual cota de 7,19 metros.
"Solo en un día, el 27 de junio, llovió el equivalente a un mes", dijo Pastene.
El director de Operaciones de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), Aldo Zaldívar, reconoció a IPS que la situación desbordó todas las previsiones y que la asistencia no ha llegado con la premura que la situación requiere.
Aseguró que la institución ha provisto víveres, materiales y logística a unas 75.
000 personas en Asunción, y más de 150.
000 en las zonas afectadas en el resto del país.
"Tenemos orden de hacer todo lo que se tenga que hacer para atender a la población.
Y lo estamos haciendo, pero hay veces que no llegamos en el tiempo que la gente espera", dijo Zaldívar sobre la situación que se vive desde junio.
Pero las críticas se multiplican sobre la lenta e insuficiente reacción de las autoridades a la peor crecida en 30 años, en especial las provenientes de las organizaciones sociales que operan en las áreas afectadas.
El gobierno del derechista Horario Cartes es especialmente criticado por la falta de apoyo a los barrios de la zona baja.
Primero denunciaron sus pobladores y después comenzaron a circular imágenes que mostraban a representantes del partido gubernante haciendo proselitismo con la asistencia estatal a los damnificados.
En paralelo a la respuesta oficial se generaron campañas solidarias promovidas por organizaciones no gubernamentales, clubes y grupos juveniles y vecinales, que recaudan fondos, ropas, víveres, materiales, para el traslado y reasentamiento de las familias que deben dejar sus hogares.
Actualmente, hay 86 refugios que abrieron las autoridades para la reubicación de las familias que debieron abandonar sus viviendas en Asunción.
Tan solo tres predios militares acogen a más de 2.
000 familias.
La situación en los refugios no es la mejor.
El principal problema es lo relacionado con los servicios sanitarios; ya no hay disponibilidad de baños químicos.
La SEN encargó la fabricación de baños y duchas en contenedores, con lo que se espera paliar el déficit de esas instalaciones en los campamentos.
Actualizado: 04 de agosto de 2014 — Por: Redacción 180