Uno de sus socios directores, Agustín Bonino, contó a No toquen nada que hace dos años ellos fueron los primeros en empezar a trabajar con encuestas por celulares y que ahora ya hay más actores que se han sumado.
En general en las encuestas que se hacen en Uruguay se manejan dos grandes técnicas: la encuesta presencial o la telefónica.
En el caso de la telefónica lo tradicional es hacerlo a través de los servicios de telefonía fija.
Lo que diferencia a Opción Consultores es que llaman a los celulares, algo más costoso que la telefonía fija porque en ese caso "las bases son más accesibles", explicó Bonino.
"Acá se llama rangos de telefonía, cuotificado por compañía de celular, en las cuales no hay ningún tipo de registro y hay un montón de números que no existen.
Genera más costos para la consultora pero lo hacemos porque estamos convencidos de que brinda una mejor precisión y representa mejor segmentos que la encuesta telefónica no llega como son los segmentos jóvenes de niveles medios y bajos, o los segmentos bajos directamente", añadió.
Bonino también dijo que por celular se llega mejor a los segmentos altos "porque va directo al móvil de la persona" y también hay una ventaja sobre las encuestas cara a cara en caso de los segmentos bajos, porque de otra forma las encuestadoras no llegan "por un tema de seguridad".
Una de las diferencias fundamentales de trabajar con telefonía celular y no fija es que no hay una guía telefónica de celulares.
Por eso, en Opción, aplican una técnica que combina selección aleatoria de números de celulares (muchos no existen o no están activos) cuotificados por compañías, tomando en cuenta la porción de mercado que ocupan según los datos que publica semestralmente la URSEC.
Sobre eso se aplican otras cuotificaciones como las de sexo, edad y departamento.
"La distirbución normal de los números seleccionados hace que se distribuyan de una forma proporcional por departamento naturalmente.
Lo que nosotros hacemos es cortar por cuota cuando se cubren las cuotas departamentales de acuerdo a la cantidad de casos", explicó.
"Son encuestas de intención de voto que no predicen de forma perfecta el voto voluntario.
Por ahí podía haber un margen de error aunque sabíamos también que según el perfil de los votantes de Larrañaga y de Lacalle Pou no había nada que demostrarse que el perfil de los votantes de Larrañaga tuviese más propensión al voto, más bien habían indicadores contrarios como que los votantes de Lacalle Pou eran de nivel educativo alto en mayor medida que los de Larrañaga, que eran de mayores edades, y todos esos segmentos, por estudios anteriores, tienen mayor propensión al voto voluntario", señaló Bonino.
Actualizado: 04 de agosto de 2014 — Por: Redacción 180