La fiscal del caso, Silvia Pedulla, había pedido el archivo porque no encontró delito en la actitud de los jóvenes que estaban en la ducha. Tampoco se encontraron pruebas de la violación denunciada por la joven por parte de personal policial del camping.
Pedulla afirma que la joven ingresó al baño masculino por su propia voluntad, bajo los efectos del consumo de LSD, marihuana y alcohol y que tuvo relaciones con varios jóvenes que fueron sorprendidos por su llegada.
Respecto a la joven dice que “acerca de la verosimilitud del relato con respecto a las denuncias que realiza, no podemos afirmar ni descartar la existencia de violación, ya que bajo los efectos de la sustancia su relato no resulta confiable. Además la joven menciona varias veces durante la entrevista 'no se qué fue verdad y qué no'”.
En cuanto a los varones que particiaparon, la fiscal sostiene que “actuaron sin conciencia de las derivaciones, ante lo inesperado, manifestando también el arrepentimiento de lo sucedido”. Agrega que el hecho de que la denunciante actuara bajo los fectos de la ingesta de alcohol y drogas “no se puede afirmar que existió en su conducta un resultado ajustado a la intención, no podemos afirmar la existencia de maquinación previa, y tampoco de un resultado ajustado a la intención; hay ausencia del elemento subjetivo constitutivo del delito, por ello no hay delito”.