Las segundas partes pueden ser buenas

Crímenes y jardines, la secuela de El enigma de París de Pablo de Santis.

Actualizado: 23 de diciembre de 2013 —  Por: Miguel Ángel Dobrich

Las segundas partes pueden ser buenas

Sin datos (Todos los derechos reservados)

Pablo De Santis es autor de dos novelas perfectas: Los anticuarios y El enigma de París. En la obra dedicada al mundo de los vampiros bonaerenses como en la aventura policial de los Doce Detectives en la Exposición Universal de 1889, él trabaja con orden para estimular la búsqueda del Orden (en caso de que exista). De Santis traza textos de género para superar el género, para abordar problemas filosóficos, sin descuidar el goce que produce construir y consumir textos supuestamente “cerrados”.

Crímenes y jardines es su nuevo proyecto literario que sigue por esa línea. Un detalle que lo vuelve más que atractivo es que es la secuela de El enigma de París.

El novel detective Salvatrio (hijo de un zapatero que abandonó el oficio familiar para terminar como aprendiz, asistente y heredero del mítico detective Craig) es contratado por un poeta para resolver un asesinato.

El crimen lleva la investigación hacia reuniones celebradas por un grupo de aficionados al pensamiento filosófico de los jardines. La sociedad secreta se autodenominaba Club Sub Rosa, y era integrada por un anticuario, un poeta, un cazador, un psiquiatra y un acaudalado empresario de la industria de la sal.

¿Por qué es que los miembros de las tertulias comienzan a ser ejecutados? ¿Por qué sus castigos remiten a la mitología griega?

Sin referente, lejos de la aventura iniciática, Salvatrio deberá resolver su primer gran misterio a solas.

Confiemos en que Crímenes y jardines sea el segundo tomo de una gran saga.