“Hay una caja que si la abrís, te podés poner una camiseta de Astori”, relata da Rosa, cuando muestra su creación a 180. La remera es verde, con un logo en la espalda del precandidato a presidente.
En el patio exterior hay bancos de plaza, donde los personajes pueden tomar asiento y ver una proyección en una pantalla gigante. Por el momento hay un video de una pintada, pero en el futuro se colgarán otros, como discursos o entrevistas al ex ministro de Economía.
Dentro del local hay una mesa para jugar al ajedrez con otro usuario de Second Life que esté conectado.
El objetivo de esta creación es difundir la candidatura de Danilo Astori para los uruguayos que ingresan a Second Life, tanto a los que viven en el país como a quienes residen en el extranjero.
Hace pocos días que está activo, y una decena de personas ya se acercaó al local. Desde el espacio creado para la lista 90, se puede ir directamente a otros sitios web relacionados con el Partido Socialista.
“Es muy similar a lo real, incluso en las relaciones humanas”, afirma el creador. El usuario de da Rosa usa la camiseta de Astori, dice que por eso varios uruguayos ya se le acercaron a hablar de política.
“Encuéntrese en el acto”, plantea da Rosa. En el local de Astori, el usuario de Second Life puede acceder a fotografías de distintos actos y discursos del precandidato, en las que incluso puede buscarse a sí mismo.
Second life es mundo o realidad virtual que funciona en Mac, Windows y Linux. Lo ideal es una computadora con una buena tarjeta gráfica y buen ancho de banda, recomienda da Rosa.
Luego de instalar el software para utilizar Second Life, cualquier persona puede pasear con su usuario por las distintas instalaciones creadas por otros cibernautas. Para crear un determinado lugar (ya sea una biblioteca, una discoteca o un comité de base), es necesario abonar algunos Linden Dólars. Cuántos, dependerá de las comodidades que se elijan: como una estufa a leña, una radio o una fuente de agua. Esos Linden Dólars tienen un equivalente real a la moneda verde, que el usuario paga desde su tarjeta de crédito. También puede suceder a la inversa: que el cibernauta ofrezca un servicio en Second Life y eso le acredite algunos billetes a su cuenta que cobrará luego a través de su tarjeta de crédito.
