Finalmente Washington Sebastián Abreu dejó Nacional. Según sus palabras, lo hizo para que no se manoseara más su apellido y para “descontracturar”. Esto último sería literal y haría referencia a su espalda, ya que el minuano habría llegado a la pretemporada de Nacional en Pilar adentro de una valija, la cual fue abandonada por Eduardo Ache en medio de la cancha donde entrenaba el primer equipo. La jugada resultó eficaz (a diferencia de la vez que lo hizo salir por un regador en los Céspedes o cuando apareció colgado de un arnés en la ventana del apartamento que le alquila Nacional a Arruabarrena, en el que ya descansan algunos muebles que se trajo Pelusso de Paraguay) gracias a la sorpresiva lesión de Juan Cruz Mascia, el centrodelantero juvenil de Nacional que despertó en su habitación de la concentración de Pilar con un intenso y misterioso dolor en la rodilla y más tarde se confirmó que tenía los ligamentos cruzados rotos (nota: fuentes del hotel argentino dicen haber visto entrar esa noche a un señor mayor con voz aflautada acompañado de un hombre alto, pelilargo, con una varilla de 11 en una mano y una planchita en la otra).
Sin embargo ya no habrán más intentos desesperados del presidente de Nacional por meter a Abreu de prepo en el equipo de Rodolfo Arruabarrena: el Loco llegó a un acuerdo para irse cedido a préstamo a Rosario Central.
Este movimiento le da a Ache la tranquilidad de disponer del tiempo necesario para que Arruabarrena desarrolle su idea futbolística, obtenga resultados adversos, sea insultado por la hinchada y el periodismo (que ya empezó a hacerlo por los resultados de las prácticas, demostrando la ansiedad que hay en el ambiente al respecto, algo que no pasó ni con el Chavo Díaz), y finalmente sea echado como un perro: 3 partidos oficiales. Si se demora mucho el inicio del torneo, podrían ser dos (contando el del Atlético Madrid).
Ante esta situación, el contrato que une a Abreu con el equipo canalla incluye la cláusula “Etarra distraído”. Para explicar esta extraña figura legal, 180darwin se comunicó con el Dr. Nabascuéz: “Básicamente lo que se establece en el contrato es que Abreu puede retornar a Nacional cuando se active la cláusula `Etarra distraído´, es decir, cuando el Vasco vuele a la mierda”.
Minutos después, cuando volvimos a llamar al Dr. Navascués para que nos explicara cómo se escribe su apellido, nos confió que el propio Abreu redactó el contrato. “Hizo mucho énfasis en que se incluyera la palabra mierda. Yo traté de explicarle que ese término no es muy bienvenido en ámbitos legales, pero él dijo que se quiso quedar en Nacional comiendo mierda, que se fue a hacer la pretemporada en Pilar comiendo mierda en el Buquebus y que si va a estar un mes comiendo mierda en Rosario (allá a la mierda le ponen papas pay arriba, eso sería lo que lo terminó acercando a Central) quiere que la mierda esté presente en el contrato” finalizó Navascués, ratificando que últimamente el léxico del Loco es más obsceno que las fotos de su hermana.