La Junta Médica analizó los siete casos restantes por los que fueron procesados Ariel Acevedo, enfermero de la Asociación Española (10 homicidios) y Marcelo Pereira, enfermero de la Española y el Maciel (cinco homicidios).
Hubo dos en los que no se pudo avanzar porque en las historias clínicas de esos pacientes de la Española faltaba información.
En este nuevo informe, los tres médicos señalaron que en los demás casos analizados la muerte era esperable y en algunos casos inevitable en el corto plazo. Antes habían analizado los ocho casos principales y la conclusión fue la misma. Incluso en la muerte de Gladys Santa Lemos, la paciente que fue la clave en el caso.
El viernes, declararon ante el juez a pedido del fiscal los tres médicos de la Junta (Domingo Mederos Catalano, Médico Forense de la Sede; Domingo Perona Rilo, Director del Departamento de Medicina Forense del Instituto Técnico Forense; y Hugo Rodríguez Almada, Director de la Cátedra de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República) y la química del ITF, Elena Lerena.
Los médicos fueron consultados sobre si las pruebas médicas podían determinar si hubo o no homicidio.
La respuesta a la pregunta está en el primer informe y se repite en éste . Allí dice que si bien "la hipotética intervención externa pudo haber acelerado la evolución fatal, no se advirtió en ninguno de los casos estudiados una peoría inesperada y súbita de la situación clínica y la evolución seguida por los pacientes".
Hay casos en los que se descarta el homicidio y en otros podría existir una posibilidad, pero desde la medicina no hay elementos para poder probarlo.