"Sería peligroso vacunar sin antes mejorar el plan integral"

El Ministerio de Salud Pública declarará obligatorio el examen de Papanicolau como parte del plan nacional para prevención de cáncer de cuello uterino. El subsecretario de Salud Pública, Leonel Briozzo, dijo a No toquen nada que 25 % de mujeres en edad genital activa puede ser portadora del virus HPV que produce el cáncer. También explicó cuál es el plan de prevención que pretende desarrollar el MSP y por qué no incluyeron la vacunación obligatoria.

Actualizado: 20 de agosto de 2012 —  Por: Redacción 180

"Sería peligroso vacunar sin antes mejorar el plan integral"

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El ministerio pretende que con este plan se aumente la cobertura del diagnóstico de un 30% al 80% de las mujeres y así poder tratar a tiempo la enfermedad.

Entrevista realizada por Joel Rosenberg y Ricardo Leiva al subsecretario de Salud Pública, Leonel Briozzo.

JR: ¿De qué se trata este virus del papiloma?

LB: El cáncer de cuello uterino tiene la particularidad de que se comporta igual que una enfermedad de transmisión sexual, donde hay un agente que en este caso es el virus HPV, un primo lejano del HIV, y que se transmite por vía sexual. El virus actúa en el cuello del útero de la mujer y puede producir cáncer, entre otras afecciones. El vector transmisor es el pene y se da en relaciones sexuales no protegidas.

JR: ¿Siempre se produce el cáncer?

No, un porcentaje mínimo de mujeres desarrolla lesiones, que se llaman precancerosas, y en un porcentaje mínimo de esas mujeres lesionadas se puede desarrollar el cáncer en el correr de los años.

RL: ¿Se puede saber qué hombres son portadores del virus?

Sí, eventualmente hay estudios a nivel de la sangre que están desarrollándose. También con un estudio que se ve el glande del pene con un lente de aumento, se llama penoscopía y se pueden ver lesiones que son sugestivas de que exista el virus del HPV.

JR: ¿Es común que los hombres se hagan este estudio?

Todavía no, pero cuando hay una afección en la mujer, siempre hay que tratar de averiguar qué virus hay y entre ellos hacer la pesquisa en el hombre. También se hace cuando el hombre tiene lesiones en la mucosa del pene, del tipo de coloración.

JR: ¿Hay estudios de qué cantidad de mujeres pueden desarrollar el cáncer?

Sí, todavía no han sido difundidos porque están en la etapa preliminar de análisis. Los datos preliminares nos marcan que entre el 20 y 25% de las mujeres en edad genital activa (entre los 20 y 60 años) podrían ser portadoras del virus.

JR: ¿La vacuna es preventiva del virus, no del cáncer?

Lo que se sabe hasta ahora es que la vacuna previene las lesiones precancerosas, que es lo que puede llevar al cáncer de cuello. Eso tiene efectividad y mantiene la inmunidad contra el virus. No se sabe por cuánto tiempo y si hay reacciones cruzadas en el futuro. Pero no es una vacuna como las que estamos acostumbrados, que nos protege de una enfermedad. Esta vacuna no evita la necesidad del control ginecológico periódico ni el Papanicolau, porque existe todavía la duda de cuánto dura esa inmunidad.

JR: Como estrategia general, el MSP decide no incluir la vacuna por ahora, ¿por qué no incluirla como plan integral?

La estamos incluyendo dentro del plan a analizar cuando se incremente el nivel de tamizaje y mejorar el 30% en que estamos ahora y pasar a un 60% porque ese porcentaje tan bajo de Papanicolau nos indica que este tema no tiene importancia. Las mujeres de mayor vulnerabilidad social y económica no se hacen el Papanicolau y es ahí a donde están dirigidas las acciones prioritarias del gobierno en materia de equidad. Creemos que tenemos que lograr una mayor cobertura y mejorar nuestras campañas públicas con respecto al cáncer de cuello, en ese contexto la vacunación contra el HPV va a ser un punto importante.

JR: Pregunta una mujer si tienen que convencer a un 60% de la población para que ellas reciban la vacuna gratis, ¿puede haber esta sensación en las mujeres que sí se controlan?

El cáncer de cuello es un cáncer que se da fundamentalmente en las clases socioeconómicas más desposeídas, mientras que las mujeres de una situación socioeconómica mejor se controlan hasta de más. Tenemos que buscar un término adecuado para todas las mujeres y en ese contexto, la necesidad de implementar una política pública para la vacunación será bienvenida.

JR: Para ustedes sería contradictorio incluir la vacuna cuando aún esta población no se controla.

Sería peligroso y no responsable incluir la vacuna sin antes explicar que esta es una enfermedad de transmisión sexual, que es necesario el uso de preservativo, que es imprescindible el control ginecológico periódico y que los países que disminuyeron este tipo de cáncer, hasta prácticamente hacerlo desaparecer, lo hicieron en base a estrategias de prevención. Después aplicaron la vacuna, que es un avance tecnológico y revolucionario. La discusión mediática que se generó pone a la vacuna como una solución definitiva y eso es lo que queremos evitar, porque no es así. La solución es tener un buen programa y la vacuna será un avance.

JR: Uno de los actores políticos que apareció mucho en este tema es el diputado Javier García, que después de esta resolución dijo que la vacuna era la prevención primaria.

Hay un error conceptual en lo que dice, pero hay gente que tiene la capacidad de partidizar cualquier tema. La prevención primaria es la educación sexual y reproductiva, el uso del condón y hablar de los problemas que conllevan las relaciones sexuales no protegidas. La vacuna es algo nuevo que viene a fortalecer las acciones de prevención primaria. También se ha dicho maliciosamente que esto aumenta el grado de inequidad y eso todo lo contrario, el punto para proteger a las mujeres vulnerables es mejorar en ellas su tamizaje para incorporar las vacunas.

JR: En el programa se habla de que se intentará llegar al 80% de la población con el tamizaje, ¿eso tiene que ver con la vacunación?

No, esa es la meta para el 2014, pero no tiene que ver con la incorporación de la vacuna. Nosotros creemos que de aquí a seis meses o un año, si trabajamos como prioritario, la ordenanza ministerial tiene cabida, las instituciones se ponen en línea y mejoramos el control de los laboratorios, podemos valorar seriamente para el año que viene la incorporación de la vacuna.

JR: La vacuna no está contraindicada.

Se ha planteado que habría una doble moral y se dijo en particular de mí, porque yo soy ginecólogo y tengo práctica clínica. Qué puede pasar en un caso concreto de una niña que va acompañada por su familia a una consulta y donde se tiene la convicción de que se va a proteger cuando comience a tener relaciones sexuales, no está contraindicado y se puede plantear la vacunación.

JR: ¿Es mejor en edad pre relaciones sexuales?

Sí, es mejor porque es necesario que no haya tenido contacto con el HPV.

JR: ¿Y no se puede hacer un plan de vacunación para ese rango etario, que no se hace el Papanicolau?

Se puede, pero reitero que para no generar esa falsa idea de seguridad en las mujeres que tienen relaciones sexuales, lo necesario es mejorar el plan integral.

JR: En la conferencia dieron a conocer efectos secundarios de la vacuna, algunos graves.

Los efectos secundarios son de todas las vacunas, esta no tiene un perfil de inseguridad mayor a las otras, pero también hay que poner en la balanza el beneficio que no es como en el resto de las vacunas. Hay que conocer los riesgos y decidir en función de eso. El registro de eventos adversos, en caso de implementarse la vacunación, será obligatorio para saber si hay algún tipo de contraindicación mayor.

El Papanicolau

El Papanicolau es el examen que detecta las alteraciones celulares que luego dan lugar al cáncer de cuello de útero (tercer cáncer en incidencia y cuarto en mortalidad en Uruguay). Se estima que año tras año a 350 mujeres les detectan la enfermedad. Es decir, prácticamente todos los días hay una mujer que recibe un diagnóstico positivo. Cada dos días se registra una muerte.