El PIT-CNT analizó la situación de las trabajadoras bolivianas que denunciaron a la dueña de una residencia en Carrasco a la Justicia por la violación de sus derechos.
Pereira dijo a No toquen nada que el sindicato de trabajadoras domésticas denunció hace un año que en algunos barrios de Montevideo había trabajadoras extranjeras que podían estar viviendo situaciones similares.
Sin embargo, el representante sindical dijo que "fue difícil llegar a ellas". "En ese momento, la Inspección General de Trabajo hizo una cantidad de inspecciones, pero no encontró nada. Son personas que viven en un país que no es el suyo, trabajan para mandar dinero a sus familias al lugar de residencia, tienen temor de perder su trabajo e incluso ser deportadas, por lo tanto, no es una tarea fácil de hacer", explicó.
En el caso de las trabajadoras bolivianas, la denuncia fue presentada por el colectivo Cotidiano Mujer y se acusa a los empleadores de tenerlas como ilegales y extorsionarlas con esa condición. Además, se sostiene que ellos mismos se encargaban de deportar a las que no estaban de acuerdo con el régimen. "No creemos que sea una situación aislada, no podemos demostrarlo, pero en su momento nos plantearon que había una cantidad de casos. Nos parece fundamental que la Inspección cumpla su rol y verifique si se están cumpliendo las normas mínimas de seguridad en el trabajo, y también vamos a estar atentos a si hay situaciones que violentan la ley", afirmó.
El PIT-CNT quiere realizar una campaña para difundir lo que pasó con las trabajadoras bolivianas. La idea es que el sindicato de trabajadoras domésticas se fortalezca a partir de esto. "Siendo una tarea compleja, vamos a tratar de darle la mayor difusión posible, para que las demás trabajadoras se enteren y sobre todo para fortalecer la idea de que un sindicato fuerte de domésticas y no va a posibilitar que estas cuestiones pasen en Uruguay, donde muchas trabajadoras ganan por debajo del laudo y otras están en negro", señaló.
La denuncia
Las trabajadoras bolivianas fueron contactadas a través de una agencia en su país. Durante el verano, algunas fueron llevadas a trabajar en Punta del Este. Allí había noches de fiesta, entre ellas cumpleaños de políticos importantes, que terminaban a las tres de la madrugada. Igual, al otro día debían estar levantadas a las siete.
Cotidiano Mujer se enteró de la situación entre abril y mayo de este año. Primero por versiones de ex trabajadoras de esa residencia y luego por las propias trabajadoras.
El régimen de trabajo de estas mujeres era de siete de la mañana a 23 horas. Algunas que realizaban tareas de limpieza cobraban 550 dólares mensuales y el personal de cocina 700 dólares. No tenían aguinaldo, salario vacacional y tampoco descanso semanal de día y medio. Trabajaban de lunes a lunes y sólo en un día tenían cuatro horas de descanso.