La reina Isabel II abrirá los XXX Juegos de la era moderna en una ceremonia, dirigida por el oscarizado director Danny Boyle, que promete sorprender y cuyo único riesgo es la lluvia, que tras una semana de sol en Londres, volvió a aparecer en la mañana de este viernes y amenaza con deslucir un evento.
La ceremonia está inspirada en la cultura británica y afirman que será sorprendente, aunque sin llegar a los excesos espectaculares que exhibieron los chinos hace cuatro años en Pekín.
Mientras en las gradas estarán presentes 120 jefes de Estado y de gobierno y multitud de personalidades de todos los ámbitos de la sociedad, como el príncipe Guillermo y su esposa Catalina, la primera dama estadounidense, Michelle Obama, o el actor estadounidense Brad Pitt, sobre la pista desfilará lo más granado de los deportistas del planeta.
Entre ellos, sin duda centrará las miradas de los miles de espectadores en el estadio y de los millones de telespectadores que verán el espectáculo desde sus casas, el campeón jamaicano Usain Bolt, abanderado de su delegación.
Tras pasar unos últimos tiempos aciagos, el "relámpago" Bolt asegura estar "preparado" para defender sus títulos olímpicos de 100 y 200 metros, además del de posta cuatro por 100, conseguidos en Pekín 2008.
Más escondidos entre sus delegaciones, pero también muy buscados por las miradas estarán atletas como el nadador estadounidense Michael Phelps o el tenista suizo Roger Federer, que junto a sus compañeros lucharán por las 302 medallas de oro que se distribuirán en los próximos días.
Los atletas no serán un actor menor de una ceremonia, que ha costado 27 millones de libras (34,4 millones de euros, 42,3 millones de dólares), en la que participarán 10.000 figurantes para poner en escena cuadros inspirados en "La tempestad" de Shakespeare o replicar en el estadio olímpico una escena típica del campo británico con sus campos, ríos y animales.
Se mantiene el suspenso sobre la identidad del último relevista de la antorcha olímpica, después que el futbolista inglés David Beckham asegurara que no será él, aunque también tendrá un papel en la gran función que comenzará sobre las 20.12 locales (16.12 de Uruguay), en referencia a 2012, para los presentes en el estadio y a las 21h00 (17 de Uruguay) de forma oficial para todo el mundo.
Para abrir boca antes del evento, las campanas de Londres sonaron en la mañana de este viernes a las 8.12 locales (4.12 de Uruguay), encabezadas por el Big Ben, la famosa campana que cuelga de la torre del reloj junto al parlamento británico, que sonó 40 veces durante tres minutos.