Una de esas modas la practica cierta clase adolescente: la que va al vestuario de mi club. No es que se digan “boluda” cada tres palabras. No es eso lo que me jode. Lo que me fastidia es que se dicen “te amo” todas las veces que se despiden. Todas con todas.

Otra cosa que me molesta (mis amigos no lo saben) es el “Cuidate” o “Cuidate mucho” en las despedidas.
Primero porque es obvio que me cuido. Me cuido todo el tiempo: como brócoli y germen de trigo, hago yoga, tomo homeopatía y uso yerba para nerviosos. Pero me cuido para mí, no porque vos me lo sugieras. ¿Cuál es el sentido de decirme “cuidate”? ¿Cómo lo decodifico? ¿Como un: “me interesa que sigas viva”?
Segundo, soy hipocondríaca y supersticiosa en la misma proporción. Si me decís eso, mi mente piensa: ¿De qué me tengo que cuidar? ¿Vos sabés algo? ¿Estás presintiendo que me puede pasar algo?
— Si me va a pasar algo, decimelo. En serio, boluda. Decimelo porque entonces sí, si sé que me va a pasar algo, ahí te digo que te amo.
Ilustración: Oscar Scotellaro