Poco después de que el Papa admitiera en público “la utilidad” del preservativo en ciertas ocasiones para prevenir enfermedades, y atrás de él toda la Iglesia dejara a un lado aquella teoría tan científica de los “micro-orificios invisibles en el preservativo que permiten pasar las enfermedades aunque parezca imposible, de alguna forma que tiene que ver con la porosidad de… eh… mmm… la… y Jesús dijo: `amaos los unos a los otros`, en ningún Evangelio habla de `poneos látex en el pito los unos a los otros`, Él sabía lo de los micro-orificios evidentemente, por algo no puso nada del preservativo, palabra del Señor”; la Iglesia parece haber tomado un camino de contacto con la realidad al borde de la traición a su propia esencia. Ahora se dispone a admitir la utilidad del Fax.
“Sí, es cierto que el Fax sirve para transmitir dibujitos a la distancia de una manera segura, pero sólo debe ser utilizado para intercambiar información con prostitutas”, dijo un arzobispo, replicando la modalidad con la que habían admitido la utilidad del preservativo ante la aceptación mundial que indudablemente generó. Cuando 180darwin le preguntó cómo se explicaba dicho funcionamiento, el arzobispo, rápido de reflejos, respondió: “una cosa es admitir y otra hacer apología, que cada uno saque sus conclusiones. Teniendo una pareja estable no es necesario usar ni fax, ni preservativo, y mucho menos tener Facebook”. El acierto en el último postulado (pareja estable + Facebook = contradicción) deja claro cómo a pesar de andar por caminos errados, de todas formas, se puede arribar a verdades incuestionables. La ignorancia no impide tener razón cada tanto, esta es una hermosa noticia navideña que nos regala la iglesia para todos nosotros.
Mientras tanto, el mundo mira con asombro esta nueva faceta de la Iglesia, “Están llegando a la década del 90”, dijo un experto en temas eclesiásticos, “teniendo en cuenta el tiempo que tardaron en admitir que la Tierra giraba alrededor del Sol, esto viene a una velocidad supersónica”, completó su idea, dejando entrever que a él también le atrasan algunos fichines como demuestra la utilización del término “supersónico”, que hace tiempo que ya no camina para referirse a las altas velocidades.
Desde algunos sectores eclesiásticos tradicionalistas se escucharon voces de preocupación, están alarmados con esta nueva etapa de la Iglesia, que muestra su cara más avanzada por estos días: “¿Qué sigue, admitir la utilidad de una buena cusca en la ducha antes de un examen de facultad o cualquier otro momento de stress, para quedar livianito? ¿La utilidad del divorcio? ¿La utilidad de la ciencia? ¿La utilidad del colisionador de hadrones? ¡Basta, terminemos acá antes de que baje El Señor y nos pase el soplete como hizo con Sodoma y Gomorra!”.