El ex Presidente de la República decidió bajar los decibeles de una de las más duras polémicas que se recuerde entre las dos figuras máximas del FA. Y decimos “que se recuerde” porque después del mundial nos quedó la memoria colectiva en 0 en cualquier otro aspecto que no sean imágenes de nuestros gladiadores celestes. Ahora, ni bien se repasa un poco, empiezan a saltar cada uno de los choques que han tenido los dos referentes de la izquierda nacional, y son unos cuantos; un promedio de uno cada tres meses, más o menos.
Vázquez, que -según los analistas políticos más avezados- había saltado como una loca el sábado de mañana en el programa de canal 5 “NYC” (New York City o La Noticia y su Contexto, elija usted la versión que le parezca más adecuada a la sigla… y después descártela, porque es la otra), decidió bajar el tono de su campaña en contra del Presidente y el gobierno nacional, y expresó la fuerte estima que siente por José Mujica: “Quiero mucho a Pepe Mujica aunque ceda ante los chantajes de las multinacionales asesinas, aunque diga estupideces que después salen publicadas en un libro, aunque hable demasiado y lo haga con un tono pontifical, aunque le haya ganado en las internas a mi delfín sólo por desautorizarme porque después se transformó en el mejor amigo de él, y aunque me casque las pelotas cada una de sus decisiones revisionistas de mi gobierno que fue perfecto y él parece que no quiere admitirlo o no se termina de dar cuenta por su falta de estudios terciarios, y creo que secundarios también”.
Así, Vázquez dio por tierra la polémica, explicando que “En cualquier familia hay discrepancias, y en cualquier familia hay un viejo que es una rata de caño y guarda los billetes abajo del colchón y no quiere gastar en el juicio más justo del mundo por la salud de los uruguayos y de la humanidad entera, de tacaño que es nomás, y también un poco para joder al joven de la familia que se ha ganado el respeto del mundo y es idolatrado por la OMS y está a punto de ser recordado como el José Gervasio Artigas de la lucha contra las tabacaleras… son cosas que pasan en toda familia”. Después de que su asistente personal viniera a recogerle el ojo, que le desciende varios centímetros en el rostro cuando se hace mala sangre, Vázquez cerró su charla sobre tabaquismo aclarando una vez más el amor que lo une con Mujica y con el gobierno actual uruguayo:
“Lo admiro a pesar de su postura lamentable, irresponsable y cobarde con el poder económico. Y apoyo a este gobierno que ha hecho gala de una profunda ignorancia, por no hablar de la mezquindad humana que ha demostrado en este asunto”, cerró ante los aplausos fervorosos de una platea llenita mamaderas, como corresponde a un ex Presidente, y mucho más si es amigo de Magurno.