Qué poquito

Alemania y Chile son las únicas selecciones destacadas hasta ahora. Özil, Maicon, Messi y Xavi son lo mejor a nivel individual.

Actualizado: 18 de junio de 2010 —  Por: Diego Muñoz

Pobres expresiones colectivas y bajos rendimientos individuales pautaron la primera fecha de cada uno de los grupos del Mundial. Para completar un panorama desolador, son notorios los asientos vacíos en casi todos los partidos.

A pesar del bajo nivel general, hay algunas cosas a destacar. Alemania es, hasta ahora, lo mejor. Y no solo por los cuatro goles ante una pobre Australia sino porque es la única selección que propuso cambios tácticos dignos de mención. A partir de la lesión de Michael Ballack el DT, Joachim Löw, cambió el dibujo y pasó a jugar con tres organizadores de juego. Por la derecha Thomas Müller, por el medio el zurdo Mesut Özil y por la izquierda Lukas Podolski. Aquí está la primera modificación. Podolski dejó el área, se retrasó en el campo y pasó a jugar contra la banda. A quien fuera el mejor jugador joven en Alemania 2006 se lo vio cómodo en esa posición. La otra variante de Löw se produjo en el centro del mediocampo. Bastian Schweinsteiger, que en el Mundial pasado jugó por el extremo, se anexó a Shami Khedira para conformar un doble cinco que asegure contención pero también fútbol. Si bien fue Louis Van Gaal quien lo corrió hacia ese sector en el Bayern Munich, en la selección nunca había jugado allí. El entrenador alemán también rompió con la historia. Desde 1934, en la época del amateurismo, que la selección germana no iba a un Mundial con un plantel tan joven.

El otro que destacó fue Chile. Más allá de la limitada Honduras, Marcelo Bielsa demostró que se puede jugar en un Mundial con tres delanteros. Su osado 4-2-1-3 no llamó la atención en un DT que mantiene principios inalterables, hace lo que dice y piensa lo que hace. Le tiró una presión asfixiante a su rival, al que obligó al error, y cuando tuvo la pelota generó varias situaciones de gol. El 56% de posesión de balón da una pauta del partido.

A nivel individual, Alemania también fue el que más sobresalió. Müller cargó con el 13 de Ballack y mostró una buena mezcla de velocidad y destreza pero el punto más alto fue Özil. El hijo de una familia de inmigrantes turcos fue el abanderado de la sub 21 que conquistó la Eurocopa de la categoría. En su primer partido en el Mundial, la rompió. Siempre tomó la decisión correcta a la hora de distribuir el balón y cuando asumió riesgos fue porque era lo mejor que podía hacer. Con 22 años demostró un talento envidiable.

Otro que brilló fue Lionel Messi. Su capacidad incomparable fue lo mejor de una Argentina que arriba hace temblar y que abajo tiembla. Más suelto que en la Eliminatoria se pareció bastante al del Barcelona. Pique explosivo, gambeta diabólica y precisión en los pases caracterizaron al 10 al que solo le faltó el gol.

Maicon confirmó que es el mejor lateral del mundo, si será bueno que relegó al banco a Dani Alves. En un Brasil que comenzó como siempre comienza Brasil, a un cuarto de máquina, el lateral derecho no se cansa de subir y generar peligro por su sector. De yapa hizo uno de los mejores goles en lo que va del Mundial con una resolución fantástica cuando se le terminaba la cancha.

Xavi también se despegó de la media aunque su juego lúcido y cerebral no pudo evitar la primera gran sorpresa del Mundial.

Poco. Demasiado poco para un Mundial. Un torneo donde cada vez hay más en juego y en el que cada vez se ve menos juego.

*La columna fue publicada antes del majestuoso partido de Uruguay y de Diego Forlán.