Autoridades liberan a cineasta iraní a pedido de los demás presos

“Nos tenía las bolas por el piso”, dijo un ex compañero de celda de Jafar Panahí, el reconocido director iraní que desde marzo estaba detenido por su oposición al régimen de Mahmud Ahmadinejad.

Actualizado: 04 de mayo de 2011 —  Por: Darwin y sus chinos

Autoridades liberan a cineasta iraní a pedido de los demás presos

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“Ya bastante tiene que sufrir uno con estar enjaulado para que venga este tipo y convierta la cárcel en la sala 2 de Cinemateca” dijo Ali Kudam, un guardia carcelario que vivió algunos años en Montevideo vendiendo alfombras persas frente a la terminal Goes.

Lo que no pudo la presión internacional lo logró el embole: al igual que en sus películas, Panahí eliminó de la cárcel el ritmo frenético de la vida moderna, el sexo y la violencia. “No nos quedaba nada, ni un corte nos podíamos hacer. El tipo se sentaba en el medio del patio, soltaba un globo y nos hacía mirarlo durante horas”, afirmó otro recluso condenado a cadena perpetua por cosechar una papa sospechosamente parecida a Mahoma.

El cineasta fue liberado tras la presentación de una carta firmada por todos los presos, guardias y directivos de la cárcel. En occidente trascendió que su salida de la cárcel estuvo relacionada con una huelga de hambre del propio Panahí, el director de la cárcel lo niega: “El tipo hacía 10 días que no comía, es cierto, pero no por estar en huelga sino porque era lento hasta para eso: estuvo más de una semana mirando una manzana antes de comérsela”.

En la conferencia de prensa posterior a su liberación, Panahí anunció que ya estaba pensando en rodar su siguiente película: “La manzana silente”, una obra sutil y reflexiva de 3 horas de duración sobre la relación de una manzana con un ambiente hostil.