Entre los firmantes, destacan los chefs españoles Quique Dacosta y Elena Arzak; los franceses Anne-Sophie Pic, Olivier Roellinger, Hélène Darroze y César Troigros; los italianos Antonino Cannavacciuolo y Alfonso y Ernesto Iaccarino, y los alemanes Thomas Bühner y Heinz Winkler.
"Rechazamos trabajar con productos procedentes de este método de pesca que condena nuestro futuro y el del océano", indicaron los chefs, "escandalizados" por esta práctica en Europa.
La pesca eléctrica conlleva capturas "de una calidad deplorable", con animales "estresados y a menudo marcados con hematomas". Además, este método es "no selectivo y amaga con poner en peligro todos los organismos que viven en el fondo del océano".
"A la espera y con la esperanza de que la pesca eléctrica sea prohibida en Europa, como en el resto del mundo, nos comprometemos formalmente a no comprar ningún producto del mar" capturado de esta manera.
Un voto sobre esta práctica basada en enviar descargas eléctricas al fondo del mar, tendrá lugar la semana próxima en el Parlamento Europeo. La reglamentación actual permite a los Estados de la Unión Europea (UE) equipar de electrodos hasta 5% de sus flotas pesqueras.
La ONG Bloom, especialista en defensa de los océanos y de una pesca duradera, denunció en octubre a Holanda ante la Comisión Europea, acusando al país de haber autorizado ilegalmente a algunos navíos a practicar la pesca eléctrica.
(AFP)
