Uno de ellos fue procesado por violencia privada a raíz de ese episodio y la jueza Ana Ruibal dispuso medidas alternativas a la prisión.
Según informa el Ministerio del Interior se trata de “un grupo de personas identificadas como seguidores del nacional socialismo” compuesto por seis hombres y dos mujeres, todos mayores de edad. El 28 de agosto protagonizaron un “desorden” en el bar que terminó con daños a las instalaciones.
La detención se produjo tres días después, pero finalmente solo uno de los integrantes del grupo fue procesado.
Según el Ministerio del Interior, las tareas inteligencia se enfocaron en individualizar a cada uno de los integrantes del grupo. Así se pudo establecer lugares de encuentro y reuniones privadas en las cuales llevaban adelante rituales en honor a personas como Rudolf Hess (militar, político y figura clave de la Alemania nacionalsocialista, secretario y mano derecha de Hitler).
Una vez identificados, la jueza ordenó su detención y el allanamiento de la residencia de cuatro de ellos. Allí, la Policía se incautó de armas de fuego, estupefacientes, y un amplio espectro de materiales y objetos referidos a la ideología nacionalsocialista, “tales como escudos, banderas, remeras con logos alusivos al nazismo, pegotines, folletería, retratos de Adolf Hitler en varios formatos distintos, entre otros objetos”.
El único procesamiento se dictó sin prisión “por un delito de violencia privada, imponiéndose como medida sustitutiva la obligación de prsentarse en la seccional policial correspondiente a su domicilio, dos veces por semana debiendo permanecer por espacio de dos horas cada vez por el lapso de 90 días".
El resto de los indagados recuperó la libertad.