El 28 de setiembre la AUF intimó a Tenfield para que en un plazo de 48 horas anunciara cuál sería la marca de ropa deportiva que vestiría a la selección en caso de que la empresa de Casal igualara en todos sus términos la oferta de Nike. En esa misma intimación exigió que ocho días más tarde estuviese el contrato final para que la AUF lo pudiese evaluar.
El plazo venció el sábado 8 de octubre. Ese día el contrato no apareció. Tampoco llegó el lunes 10 ni el martes 11. El miércoles, un neutral confirmó a Contragolpe que el plazo estaba cumplido y que “el contrato final no está”.
Este viernes 14, el Ejecutivo sigue a la espera de que Tenfield le envíe el contrato para que el equipo de abogados de la AUF lo analice y evalúe si cumple con la igualación.
El Ejecutivo se reunirá en estas horas con sus abogados para estudiar los pasos a seguir. “La idea es firmar con Tenfield todas las garantías”, comentó un neutral. “Hay poco margen serio para interpretar la no igualación porque el contrato original es muy rígido. Lo único es que quieran agregar rubros por el mismo monto”, dijo la fuente y agregó: “El informe jurídico va a ser determinante”.
Una duda que se plantea es si Puma garantiza la igualación, si la avala. Según supo Contragolpe todo lo que llegó a la AUF es de Tenfield y Puma no participa de la negociación, más allá de proporcionar la ropa.
“¿Qué igualación es esa? Para que se iguale una oferta de una marca deportiva tiene que haber otra marca deportiva que lo haga. No un intermediario, sea Tenfield o quien sea”, dijo una fuente, que además comentó que Puma no envió siquiera una carta membretada a la AUF. “Si Puma y Tenfield en sociedad igualan es otra cosa. Pero en este caso Puma solo aparece a través de Tenfield”, agregó.
Un abogado dijo a Contragolpe que ante el incumplimiento de una intimación “se debería notificar a Tenfield que al no cumplir con el envío del contrato en el tiempo establecido, comienza a andar el pre acuerdo firmado por Nike a partir del 1 de enero de 2017”.
