El estudio fue realizado por investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Misiones (UnaM).
“En todos los casos estudiados, la temperatura máxima alcanzada en el pico de la bombilla no superó los 60°C. Las mismas variaron entre 42°C y 60°C. Las temperaturas medias del agua consumida variaron entre 37°C y 55°C”, concluyó el informe.
Es decir que la temperatura se ubica en el rango que la OMS consideró como no cancerígeno. La Agencia Internacional para la investigación del Cáncer difundió un informe este miércoles en el que sostiene es la temperatura las bebidas y no las bebidas en sí la que potencialmente puede causar cáncer de esófago. Esto se produce cuando la temperatura supera los 65°C.
El estudio de la facultad argentinaanalizó las variables que influyen sobre la temperatura con que el agua se introduce a la boca. Utilizando sensores midió las termperaturas en tres puntos: en la yerba, a la entrada de la bombilla (filtro) y a la salida de la bombilla (pico).
“En estas experiencias se evaluó también la influencia sobre la temperatura de la cantidad de yerba utilizada (30g, 40g, 50g), temperatura del agua del termo (70°C, 80°C, 90°C), tipo del material del mate (madera, metal, vidrio, porcelana, calabaza), y la frecuencia de cebada (30 seg, 1 min, 2 min), con consumidores habituales de yerba mate y utilizando el sistema que simula la mateada”, dice un comunicado de la facultad.
“Este trabajo de investigación arrojó datos precisos que llevan tranquilidad a los habituales materos y, al mismo tiempo, refuerzan otros trabajos científicos que también avalan los efectos benéficos del consumo de mate en la salud humana”, agrega el texto.