Tras un mes y medio de construcción se inauguró el edificio que utilizarán alumnos y docentes de la escuela rural N° 294.
La nueva estructura incluye una superficie de 270 metros cuadrados y fue construida con un 60% de materiales reciclables. Se requirió de la utilización de 2.000 neumáticos, 5.000 botellas de vidrio, 2.000 metros cuadrados de cartón y 8.000 latas de aluminio.
El suministro energético será proporcionado mediante paneles fotovoltaicos y molinos de viento. El techo permite la recolección de agua para almacenar en cuatro tanques y concretar un proceso de purificación. Además, los invernaderos internos permitirán producir alimentos y plantas.
En la construcción participaron 80 personas provenientes de 30 países, a los que se le sumaron 20 trabajadores y 60 voluntarios uruguayos. La iniciativa comenzó a través de la organización uruguaya Tagma, que se comunicó con el arquitecto estadounidense, Michael Reynolds, responsable de la obra, y presentó la idea ante la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). El financiamiento del proyecto contó con el apoyo de la firma Unilever.