Egipto, Nueva Zelanda y Japón también integran el grupo de cinco países de miembros no permanentes del Consejo de seguridad que trabaja sobre un texto para reafirmar que este tipo de ataques viola el derecho internacional y que los autores deben rendir cuentas.
"Dado el aumento de los ataques, sería oportuno tener un texto que reafirma el derecho internacional y que reitera el respeto del personal médico y envía un mensaje sobre la atención médica en los conflictos armados", expresó el portavoz de la misión neozelandesa en la ONU, Nicola Garvey.
En sus informes sobre la situación humanitaria en Siria, Yemen o en Afganistán la ONU ha señalado y denunciado reiteradas veces los ataques contra hospitales y médicos. Pero, hasta ahora no existe ningún texto específicamente dedicado a este fenómeno.
El año pasado, 63 hospitales y clínicas de Médicos Sin Fronteras (MSF) fueron blancos de 94 ataques en Siria, según esta organización.
Al menos tres clínicas de MSF recibieron tiros de misiles en Yemen, donde una coalición liderada por Arabia Saudita combate a rebeldes chiitas.
Uno de los ataques más devastadores ocurrió en la ciudad afgana de Kunduz en octubre pasado en el que Estados Unidos bombardeó un hospital de MSF, matando a 42 personas.
MSF apoya la iniciativa de los cinco países, indicó a la AFP su director ejecutivo Jason Cone. "Si los Estados no se unen para denunciar estos ataques, este tipo de ataque, de alguna manera se transformarán en efectos secundarios normales y aceptables de los conflictos", aseveró.
"No nos hacemos ilusiones de que esto es lo único que puede cambiar esta tendencia, pero forma parte de la denuncia de estas tendencias", añadió.
El proyecto de resolución podría ser presentado a los 15 países del Consejo a partir de la próxima semana, indicaron fuentes diplomáticas.