Dilma Rousseff anunció importantes avances en la concreción de la vacuna contra el dengue. Esta se está elaborando “desde hace unos cuantos años y ha pasado todas las fases de prueba hasta ahora”, señaló en No toquen nada Adriana Delfraro, doctora en Ciencias Biológicas y profesora adjunta de virología de la Facultad de Ciencias. Agregó que en algunos países -Brasil, Perú, México- ya la licenciaron.
Según la investigadora, la vacuna está en una “fase III plus” de su etapa de investigación. “Cuando hacés una vacuna vas haciendo pruebas y cada vez acercándote más al hospedador real, que es el humano. Primero, se prueba a nivel de laboratorio en un cultivo de células; después, en animales de experimentación; y después, se hacen pequeñas pruebas piloto en voluntarios. Luego de eso, se hacen las pruebas en poblaciones. En este caso ya estaría en esa etapa”, dijo Delfraro.
Añadió que “la entidad de la circulación de dengue en Brasil es enorme” y que el tener además otros virus “complica la situación”. Comentó que las pruebas de vacunas en la población suelen ser discutidas y que los gobiernos deciden la pertinencia o no, dependiendo de en qué etapa de la epidemia estén.
La dificultad para la creación de la vacuna recae sobre la condición necesaria que debe tener de proteger a la población contra los cuatro serotipos del virus del dengue, dijo a No toquen nada Álvaro Fajardo, magister en Ciencias Biológicas que está realizando su doctorado sobre el dengue y, además, es docente del laboratorio de virología molecular del Centro de Investigaciones Nucleares de la Facultad de Ciencias.
Existen cuatro serotipos del virus, nombrados del uno al cuatro. Las diferencias entre ellos radican a nivel de sus proteínas, que forman la capa externa de los virus. “Todos son dengues pero tienen diferencias entre sí en cuanto a la respuesta inmune que provocan en el paciente”, indicó Delfraro.
Alonso dijo que “si una vacuna no está desarrollada para ser protectiva contra los cuatro tipos, se puede generar una respuesta en el paciente que, frente a una infección subsiguiente, pueda desencadenar un cuadro más complejo”.
El científico agregó que sobre esta vacuna en particular se está hablando de que “el rango para aplicarla va en personas de 9 a 45 años”, lo que “deja expuesto al rango de edad más vulnerable que son los niños”.
“Creo que hacen falta bastantes estudios como para realmente liberar una vacuna al mercado que tenga efectividad suficiente y sea protectiva contra los cuatro tipos”, indicó Alonso.