Los Rolling y el poder de las arvejas. El chef uruguayo contó qué comieron Mick y Keith

En entrevista con No toquen nada, Martín Schwedt, chef uruguayo que se encargó del catering para los Rolling Stones en Argentina, contó qué pedidos especiales le hicieron los músicos y cómo fue la organización para el concierto en La Plata.

Actualizado: 08 de febrero de 2016 —  Por: Redacción 180

Los Rolling y el poder de las arvejas. El chef uruguayo contó qué comieron Mick y Keith

(Foto: Twitter - @MartinSchwedt)

Schwedt compartió esta foto en su cuenta de Twitter antes del show. Además de encargarse del catering de este concierto, el chef también lo hizo con los conciertos de Paul McCartney en Montevideo y de Madonna en Buenos Aires. 

 

Joel Rosenberg: ¿Cuándo llegaste a Buenos Aires y por qué? ¿Cómo te contactaron?

Martín Schwedt: Llegué el jueves a la mañana. Me contactaron por Santiago, un amigo, con quien hicimos el catering de Paul McCartney y el de Madonna. Lo llamaron para encargarse de este show y confió en mí para encargarme del equipo.

JR: ¿Cuántas personas tenés para la cocina?

MS: Diez. 

JR: Entonces, llegaste el jueves, ¿con qué datos de lo que tenías que hacer? Son tres shows en Argentina.

MS: Más que nada, teníamos el dato de la producción, porque comen todos, la producción local y la internacional. Ayer le dimos de comer a 700 personas, entre almuerzo y cena. Una locura. Al mediodía eran 190, a la noche fueron 260 y después tienen un VIP para ir con amigos y familiares que eran unas 100 más.

JR: Tenés un equipo chico para atender a tanta gente. Imagino que trabajando con diez personas para todo eso...

MS: Sí, arrancamos el jueves, metiendo 18 horas al día, al palo. Pero así son los shows. 

JR: ¿La comida específica que tenés es para estos días de show?

MS: Sí, ahora lo más complicado es el armado previo. Cuando llegan, ellos hacen posesión del estadio, es uno de los días más duros. Es cuando empiezan a armar todo, una locura. Entraron al estadio el sábado a las cuatro de la mañana, empezaron a entrar camiones a la cancha, bajaron los parlantes y los equipos. Un gran despliegue por todos lados. Son perfectos cómo laburan, es una cosa de locos. 

JR: Y vos tenés que meterte en medio de eso para armar lo tuyo.

MS: Nosotros ya teníamos todo armado en la cafetería del estadio de La Plata, lo habíamos hecho el jueves. 

JR: ¿Comen las tres comidas en el estadio?

MS: Sí, pero te pasan cosas como que el sábado entraban a las nueve de la mañana y nos llamaron a las nueve de la noche del día anterior para avisar que finalmente entraban a las cuatro de la mañana. Había que hacerles el desayuno (risas). 

JR: ¿Hasta cuándo tenés que estar a disposición?

MS: Hasta el sábado, que es el último show. 

JR: Claro, para lo que necesite el staff. ¿Y las comidas de la banda específicamente cuántas son?

MS: En realidad, no sabíamos nada. Hay una historia de que Keith Richards tiene la cábala de comer pastel de papa. Ellos nos mandaron la receta. Parece que en Chile tuvieron una mala experiencia porque les pusieron queso. Vinieron a probarlo tres personas el día antes. Era como una mesa de jurado (risas). Es muy sensible el catering. Los tipos van de gira y si vos no les das bien de comer... El mal humor empieza en todo. Cada cosita que fallás los tipos empiezan a apretar. La exigencia que tienen es muy grande.

JR: Contamos más sobre esa receta que te pasaron para el pastel de papa de Keith Richards. 

MS: Es un pastel de carne con papa y arveja, como el nuestro, pero tiene piques de cómo lo quiere: hay que colarle bien la carne, que no tenga jugo, agregarle un caldo. Se ve que el tipo tuvo un recital bueno una vez que le habían dado ese pastel antes y quedó como cábala. Tiene una capa de arvejas y una de zanahoria. 

JR: Nunca me hubiera imaginado que alguien pidiera arvejas (risas).

MS: Y Mick Jagger pidió rissotto de arvejas. Se ve que les gustan las arvejas.

JR: A Mick Jagger le cocinaste para después del show. 

MS: Sí, estaba empezando el show y subió su asistente personal con la lista de los temas. Se presentó, era súper amable y cordial. Llegó con un tupper de vidrio, muy sofisticado, y me dijo que necesitaba un rissotto para cuando arrancara a sonar el tema 17. Me dijo qué no le gusta y cómo lo quería. No tenía que llevar ni queso ni crema. Obviamente, vino el tipo antes y lo probó. 

JR: ¿Los ingredientes los trajo él?

MS: No, no. 

Ricardo Leiva: ¿Cómo se hace para maximizar la calidad de la arveja, ante un escenario como este?

MS: No sé, va en cómo labura uno.

RL: ¿Las comprás en algún lugar en especial? ¿Buscás algún producto en particular? 

MS: No, siempre buscamos lo mejor, es lo que piden y se ve que están acostumbrados a lo mejor. Son tipos que están hace 50 años de gira, la tienen más que clara. Después, está el desafío de uno de dar lo mejor y tratar de conseguirlo.

Joel Rosenberg: Pero vos tenés que tener todo tipo de ingredientes porque no sabés si te va a pedir un rissotto de aroz.

MS: Sí, armamos una cocina entera: tenemos ocho hornos, cuatrocientas mesas (risas).

JR: ¿Y los ingredientes te controlan de dónde los comprás?

MS: No, confían en que la producción eligió bien. 

JR: Pero sí prueban todo lo que comen ellos.

MS: Hasta ahora probaron todo. Creo que sí. El pastel, en su momento no, lo probaron el día antes, porque a Keith Richards le gusta romper el pastel.

JR: Se ve que es una producción impresionante y, por lo que ves, hay mucho profesionalismo y amabilidad del gran séquito que los rodea.

MS: Sí, cuando estuve con Madonna era distinto, era más divos, una exigencia más prepotente. Acá eran más cordiales y agradecieron por todo. Cuando empezó el recital, la jefa de camarines subió a agradecernos por el pastel, diciendo que le había encantado. Los platos volvieron vacíos. Eso está buenísimo porque con la adrenalina y la presión que te meten, por lo menos, está bueno que te lo reconozcan. 

JR: Decías que seguís a disposición de ellos hasta que termine la gira en Buenos Aires.

MS: Sí, ahora están en un hotel de Buenos Aires, hoy es el día libre para toda la producción. Nosotros tenemos que ir a hacer relevamiento de lo que queda, hacer pedidos, salir de compras y mañana entra la producción de vuelta al estadio. El miércoles es el show. Ahora quedan dos días de shows más fáciles porque está todo armado. 

Ricardo Leiva: Dentro toda esa locura, ¿pudiste ver algo del show?

MS: Sí, obvio. No me iba a perder el inicio. ¡Una emoción, imaginate! Más allá de si te gusta o no, es increíble. La energía que tienen con 70 años es de locos. Viste lo que es Argentina, había 50.000 personas saltando.

Joel Rosenberg: Explicaron que el nombre de la gira (Olé Tour) es porque en 1995 les gritaban "Olé, Olé, Olé, Olé, Stones, Stones" en Argentina. Me imagino que sonó ayer también...

MS: Sí, desde las cuatro de la tarde cuando abrieron la puerta (risas). 

JR: Ese público le pone un desafío muy alto a los uruguayos. Si hubieran llegado desde Chile a Montevideo es otra cosa, pero vienen de Argentina...

MS: Es muy alto el nivel en todo, en la producción y el recital. Acá es más fácil porque son tres show, tenés tiempo de pulir y para invertir distinto. Pero la gente se fue feliz. 

JR: Hablando de algo más cholulesco, ¿qué cercanía tuviste con la banda? ¿Llegaste a verlos cerca?

MS: Sí, cuando entraron a camarines. Nosotros estábamos en el tercer piso del estadio, donde está la cafetería. Ahí abajo hay un túnel, al que podían entrar los autos. El tipo entró y saludó, y luego se metió al camarín. 

JR: ¿Llegan separados los miembros de la banda, no? 

MS: Obvio, no se deben ni fumar, imaginate, después de 50 años juntos (risas). Cada uno tiene su camarín, es una ciudad allá abajo. 

JR: ¿Hicieron algún pedido excéntrico, como sandía cuadrada o cosas así?

MS: No, súper simple: buenos vinos, vodka, golosinas. 

JR: El rissotto de arvejas para Jagger, el pastel de papa con arvejas para Richards y el no a los lácteos. ¿Los otros integrantes qué te pidieron?

MS: Ron Wood también comió el pastel junto con Keith Richards. Y para Charlie Watt no tenemos ni idea. Estaría mal de la panza, no sé (risas). De él, no nos pidieron nada en especial. Quizás sí pide algo para los otros shows. 

JR: Evidentemente, para vos esto es un gran logro personal y profesional. 

MS: En cuanto a la experiencia de vida, es único. Son los Rolling. No caigo que estoy acá. Poder mostrarme en lo profesional también está buenísimo.