La Triple Nelson con show, disco y cerveza

Mientras avanza en la mezcla de su próximo disco, La Triple Nelson toca este viernes 13 en La Trastienda.

Actualizado: 13 de noviembre de 2015 —  Por: Mauricio Erramuspe

La Triple Nelson con show, disco y cerveza

La triple Nelson (Difusión)

Si todo sale según lo previsto a mediados de diciembre La Triple Nelson editará el noveno disco de su carrera, el sexto de estudio. Y hay varias novedades.

El “power trío” del rock uruguayo incorpora teclados, algo que ya había comenzado en el disco anterior pero que ahora se consolida. “Nos gustó ese sonido. Estuvimos 15 o 16 años tocando como trío y nos encanta. Pero tener la armonía del teclado por ejemplo en los solos de guitarra le da un color a los temas que nos gustó”, contó el guitarrista y vocalista Christian Cary a 180.

Además, la banda vuelve a grabar a un estudio convencional tras dos experiencias en balnearios de Rocha y el registro en vivo junto a la Filarmónica de Montevideo del show en el Teatro Solís.

El nuevo disco tendrá la participación de Ruben Rada, Emiliano Brancciari, Santullo y Mandrake Wolf,

A eso se suma que tanto Cary como el baterista Rafael Ugo estrenan instrumento.

Cary dio con una Gibson Les Paul en el viaje de la banda por Estados Unidos hace un año. No llegaba al precio de venta y mientras probaba la guitarra comenzó a hacerle solos clásicos del rock internacional. Uno tras otro hasta que se quedó sin repertorio. El vendedor no aflojaba. Entonces recurrió a Youtube y le mostró Hoy te vi, la canción de Eduardo Mateo que tocó en el Solís junto a la Filarmónica, versión que incluye el solo de Stairway to Heaven. Cualquiera que lo vea entenderá la rebaja de 700 dólares que posibilitó que se trajera esa joyita a Montevideo.

Antes de entrar a grabar, Ugo recibió un mensajito del otro integrante de la banda, Fernando “Paco” Pintos con la recomendación de que viera una batería Sonor Prolite que estaba a la venta. El precio lo asustó pero los tres fueron a verla. Estaba embalada en un depósito. Con los primeros golpes supo que era LA batería y seguía sin entender qué hacía ese instrumento alemán hecho a mano en Uruguay. Pero tampoco llegaba a la plata. La envolvieron y se fueron.

A los pocos días recibió un mensaje en el que la vendedora aceptaba el precio que había ofertado. Cinco días antes de entrar a grabar tenía la batería que siempre había querido.

Mientras los músicos cuentan cómo llegaron a los instrumentos, los ojos les brillan. Se adivina esa pasión por lo que hacen que luego explota en el escenario en cada presentación en vivo.

Cary cuenta que el grupo surgió en 1998 porque él “quería tocar con gente que supiera tocar y que cada uno aportara desde su lugar. Esa fue la idea al arrancar, crecer juntos sin avanzar sobre el otro”.

 

180: Los temas del concierto que hicieron con la Filarmónica tienen miles de visualizaciones en YouTube. ¿Cómo viven ese nivel de repercusión que no implica necesariamente una retribución concreta para ustedes?

Christian Cary: Nosotros seguimos vendiendo bastantes discos. Sabemos que el disco siguiente o quizás el otro ya no será disco sino que estará en plataforma digital. Estamos casi preparados mentalmente para eso. Pero a nosotros internet nos ha ayudado. Yo no tengo quejas de que la gente vea o se baje temas, sí me gusta que también compren los discos. Y creo que lo hacen.

Rafael Ugo: Todo tiene sus pro y sus contras, tampoco podés luchar contra eso porque es imposible. El tema es que la gente puede acceder a tu material. Ahora se trata más de salir a tocar y que la gente vaya.

180: ¿Qué novedades traerá el nuevo disco?

CC: Creo que una de las novedades más grandes es que por fin nos metimos en un estudio de Montevideo a grabar un disco. Desde el tercer disco no lo hacíamos en un estudio donde todo está calculado. Uno había sido en la casa de un amigo en La Paloma donde todo por suerte funcionó bárbaro, el otro en el Teatro Solís con la Filarmónica y el siguiente, el Agua y Sal, fue en tres cabañas de Punta del Diablo.

Nunca le habíamos dado la oportunidad a nuestro ingeniero de sonido, Ariel Lavigna, de estar en un lugar en el que sintiera que lo que escuchaba era real. En este disco ya se nota la diferencia desde las primeras mezclas, empezó sonando mucho más avanzado.

180: Christian, ¿cómo ha jugado el verte en otros contextos? Por ejemplo, los temas que hiciste para Pardelion Music.

CC: Cuando empezamos a hablar con Rafael Ugo para que entrara en la banda le dijimos que teníamos posiblemente para hacer una gira de verano, unos shows con la Filarmónica, un disco que se va a llamar Caos natural, Autores en vivo y alguna cosa más. “Seguramente salga alguna cosa o ninguna”, le dijimos. Pero salió todo. Ha sido una etapa super productiva, hicimos discos y un montón de cosas. Viajamos, tocamos en Estados Unidos, en Brasil, en Argentina. Se ha movido pila la cosa.

Creo que a partir del quinto disco, Caos natural, se abrió un poco el camino con algunas canciones como Verde, la versión de La casa de al lado, de Fernando Cabrera.

180: ¿Por qué creen que se produce eso?

CC: Creo que primero que nada es la edad de la banda.

Fernando “Paco” Pintos: Es el efecto “gota china”. Tac, tac, tac... y llega un momento que la pared se rompe.

CC: Armar una banda no es difícil. El tema es cuánto podés durar. Cuánto podés aguantar eso que siente el músico como que el Uruguay se le cae encima, como que te va aplastando. Nosotros para eso tenemos la llave musical que se llama La Triple Nelson y la usamos en el escenario para salir de momentos difíciles. Y tenemos proyectos siempre. Cuando vemos que estamos medio estancados, pensamos en qué vamos a hacer, proyectar para adelante. Eso es lo que nos mantiene vivos como banda.

180: Ahora también lanzaron una cerveza, son la primera banda de rock que lo hace. ¿Cómo surge?

CC: Se ve que nos miraron y dijeron estos tienen pinta de tomar cerveza...

180: Hay una asociación entre el rock y la cerveza.

RU: Con nosotros se les cae toda la imagen de lo que es el músico de rock antes de salir a tocar. Estamos con pomelo, agua... Y nos bajamos y no tomamos nada.

CC: No es que no tomemos nunca pero cuando tocamos no. Surgió por un amigo de la banda que nos comentó que unos muchachos en Libertad tenían una cerveza artesanal y queríamos que la probáramos y eligiéramos una para sacar con nuestro nombre. Nosotros no hicimos nada. Solo dijimos “bueno, dale...”

Ellos empezaron a avanzar un día aparecieron con el logo y hace un mes nos llegó el primer pack. Estamos re copados.

RU: Además, yo no tomo cuando toco pero cuando tomo, tomo, y la cerveza es muy buena.

CC: Nos pareció buena la idea y si suma... Mientras no reste.

180: Christian, ¿qué hay detrás de tu forma de cantar? ¿Estudiaste mucho, te sale naturalmente?

CC: Estudié muy poco para eso pero siempre canté blues. Si vos escuchás los bluseros que me gustan a mí como Buddy Guy, Vaughan, BB King... Lo que no me sale es fingir el canto, cuando hago eso siento que no soy yo.

Te voy a contar una de este disco. Nosotros grabamos el disco y a la siguiente semana grabé las voces en el estudio. Todas las voces, todos los coros, 16 temas. Unas semanas después me puse a escuchar acá en casa y me entré a deprimir. Sentía que no era yo el que cantaba. Estaba horrible. Antes de llamar a estos dos o al manager, que me iba a putear porque había pagado por grabar en un estudio con todo, llamé al ingeniero de sonido. Le conté y me pidió que le mandara una grabación de casa y una del estudio. Me contestó que definitivamente el sonido era el de mi casa. Puse unos colchones, unos acolchados y grabé todas las voces del disco de nuevo acá. Me grabé solo. El resto de la banda me quería matar.

El tema de la voz es una búsqueda constante de transmitir, de no cantar por cantar. A algunos les gusta, otros dicen que soy un gritón bárbaro.

RU: Cuando uno entrega todo lo que tiene que entregar, sin pose, siempre te vas a arriesgar a que las pasiones para un lado o para el otro a veces sean geniales o no muy buenas. Así tiene que ser. Cuando entrás en la fingida capaz que quedás más en el medio pero tampoco marcás nada. Lo mejor es jugártela.