Carlos Tur Socias es un jubilado de Fray Bentos que hasta hoy solo usaba la computadora para “escuchar música”. Ahora recibió su talbet Ibirapitá y realizó el taller obligatorio de tres horas para capacitarse. Fue “motivador”, dice.
“Aprendí muchas cosas, antes tenía un correo que no usaba y se me vencía, pero con esto voy a aprender a usarlo. Me hice una cuenta en google. Fue complicado, pero quedó claro, muy buenos los profesores. Me llevó un rato. Di pasos mal porque con el mouse es más fácil. Ahora capaz me hago un Facebook. Todos tienen en mi familia, mis hijos y nietos, y el único que no tengo soy yo, ahora sí que lo voy a tener, para compartir cosas de lo que a mí me gusta, a mí me gustan los ‘fierros’”, cuenta.
Esta semana comenzó la entrega de tablets Ibirapitá para jubilados que perciban un ingreso menor o igual a 24.500 pesos por todo concepto. En esta primera etapa se entregarán en 11 ciudades del interior del país.
Para recibir la tablet es necesario inscribirse. Con el número de cédula se agenda una fecha y el jubilado realiza un taller obligatorio de tres horas el día de la entrega. Allí se le dan conocimientos básicos para que pueda utilizar la tablet.
Uno de esos lugares que comenzó con la entrega de tablet es Fray Bentos, capital de Río Negro. En este lugar hay 2.500 destinatarios posibles y ya hay 1.340 inscriptos, es la localidad que menos tiene. El primer taller comenzó con 21 jubilados.
Victoria Batista, que trabajó en el área informática y desde el año pasado trabaja con adultos mayores, estuvo al frente del curso y dijo que lo principal es “reducir el miedo”.
“Desde el tamaño de la letra hasta los manuales están pensados para los adultos mayores. Para muchos es la primera vez que toman contacto con un dispositivo de este tipo y nuestro trabajo está centrado en entusiasmar, reducir el miedo para explorar la nueva tecnología. El miedo siempre está, a romper, a no saber aprovecharlo. Algo que para los nativos digitales es común para los adultos mayores es completamente nuevo”, explicó.
El taller se da todos los días de la semana y tiene un horario matutino y otro vespertino. Dura tres horas.
La clase se basa en un manual que está colgado en la web del Ibirapitá y se enseñan cosas básicas: prender, apagar, los componentes, entre otras cosas. Además, se considera imprescindible que los jubilados se hagan una cuenta de google mail para “aprovechar al máximo el dispositivo”. Esto les permite usar el play store para descargar aplicaciones.
“Se van del taller reconociendo que es su aparato y el launcher de la tablet, que es del sistema Ibirapitá y tiene las funciones básicas”, contó Batista.
Los formadores de los cursos les recomiendan a los jubilados que usen el Ibirapitá, que cuenta con las aplicaciones organizadas en ocho “mundos”.
“Este modo Ibirapitá corre sobre el modo Android, pero está pensado para adultos mayores. De allí se accede a multimedia, a páginas estatales. Tiene una barra de navegación donde están identificados los botones más usables, como las cámaras, la radio, los libros. Se agrupan los contenidos en mundos para hacerlo más sencillo. En Android las aplicaciones están desperdigadas o por orden de descarga. Es más clara la interfaz para no marearse”, explicó Batista.
Para que la tablet sea útil es muy importante tener acceso a internet. Ese, además, es uno de los cometidos de este plan que pretende democratizar el acceso para un colectivo que hoy tiene grandes dificultades: los jubilados más pobres, según Batista.
En el taller se les preguntó si tenían conexión a internet y ocho de los 21 dijeron que sí. Al resto se les recomendó el plan Universal Hogares de Antel.
“De 14 hogares con jubilados de bajos recursos, solamente uno tiene acceso a internet. Con esta política se pretende aumentar eso. Nosotros trabajamos el plan Universal Hogares y hacemos el contacto con Antel para que acceda al plan. Esto implica que Antel coloque una línea de acceso telefónica, que viene con un GB, que se puede recargar”, dijo Batista.
En junio se entregaron 1.000 tablet en Montevideo como parte de un plan piloto para sacar conclusiones y corregir cosas. Por ejemplo, se hicieron algunos arreglos en el software y también se concluyó que había que tener mucha paciencia para enseñar y tratar de minimizar la relación de jerarquía profesor-alumno en el taller. Que sea más horizontal.
Al taller se va una sola vez, el día que se recibe la tablet. Después, hay una línea de consulta gratuita (0800 1764) que ya funciona con los jubilados del plan piloto.
¿Cuándo y cómo inscribirse?
Los jubilados interesados se pueden inscribir por vía web en el sitio de Ibirapitá o en las sedes establecidas, según un calendario basado en el dígito verificador de la Cédula de Identidad (número después del guión), o sea, el último número visible de la cédula de identidad, el cual deberá corresponder con el día del mes.
Hasta el 20 de setiembre había 23.646 inscriptos en las 11 ciudades seleccionadas para este 2015: Durazno (1.777), Florida (2.063), Maldonado (3.567), Melo (2.267), Mercedes (2.377), Minas (2.347), Rocha (1.409), San José (2.951), Treinta y Tres (2.059), Fray Bentos (1.340), y La Paz (1.489).
Después que el jubilado se inscribe, se le asigna una fecha para recibir la tablet y tener el taller. Montevideo no estará en el calendario hasta 2017. Desde Ibirapitá dijeron a 180 que se está trabajando para liberar el launcher antes de fin de año. Esto permitirá que los jubilados que quieran comprar la tablet o contar con el modo operativo Ibirapitá puedan hacerlo.