Gardel y los candados, “las pequeñas cosas que precisa la ciudad”

En la acera del Bar Facal se inauguró una estatua de Carlos Gardel, a metros de la Fuente de los Candados. El propietario del bar, Federico Celsi, dijo a 180 que espera que la estatua ayude a crear esa atmósfera relajada y divertida que traen consigo los turistas. Además, opinó que pequeñas cosas como esta obra o la fuente son lo que precisa la ciudad ya que “generan ilusiones” en la gente.

Actualizado: 26 de junio de 2015 —  Por: Felipe Miguel

El pasado miércoles se develó la estatua de Carlos Gardel que de ahora en más ocupará un sitio en la acera del Bar Facal, ubicado en la esquina de 18 de julio y Yí. La estatua hecha de “resina ultrarresistente” es obra del escultor Alberto Morales Saravia, quien también realizó la efigie de Gardel que está en la tribuna del Parque Central.

Inspirado por lo observado en algunas ciudades de Estados Unidos y “preocupado por la situación general del comercio”, el propietario de Facal, Federico Celsi, buscó “hacer algo distinto para atraer a la gente”.

“Había presentado un proyecto a la Intendencia para hacer un corredor de estatuas de políticos y gente de la cultura desde la Plaza de los Treinta y Tres Orientales hasta la Peatonal Sarandí. El proyecto naufragó porque todo lo que presenté fue la idea para que la hiciera la Intendencia y sale unos cuantos pesitos hacer cada una. Así que dije de hacerlo yo”, contó Celsi a 180.

Eligió a Gardel debido a que es una esquina histórica, con el bar más antiguo del Centro y por la relación que tiene el lugar con el tango. En el deck que tiene el bar sobre 18 de julio, se organiza un espectáculo de baile tanguero cada mediodía desde hace diez años.

Contó que pensó en colocar la estatua dentro del local pero le gustan “las cosas abiertas, que las pueda disfrutar la gente”. Agregó que “es impresionante la cantidad de personas que se están sacando fotos con la estatua”. Opinó que esto no se debe a la novedad sino a que este tipo de actividades “son las pequeñas cosas que precisa la ciudad”.

“En muchas ciudades del mundo no tienen cosas súper majestuosas como la Torre Eiffel o Angkor Wat. En lugares como Montevideo es necesario que surjan estas pequeñas cosas como la estatua o la Fuente de los Candados, ya que generan ilusiones. Está la posibilidad de escuchar una música bajita de Gardel para entrar en ambiente, sentarse con él, tomarse una foto. Es notable que en una ciudad haya muchísimas expresiones, habla bien de ella”, expresó.

Dijo que el efecto que espera que tenga la estatua es que se hable de ella, tener a la gente -y sobre todo el turismo- allí cerca. “Capaz que es porque me fascina viajar, pero me encanta ver los bares y restoranes en otros países, ver esas atmósferas de turistas. Cuando uno va de viaje trata de pasarla bien, no escatima tanto, el espíritu del que está de viaje es distinto del que tiene el local, es otro tipo de sentimiento. Tener un negocio como Facal que vive mucho del turismo y tener esa atmosfera, me encanta”, añadió.

Los candados del amor

La Fuente de los Candados es otro elemento que ayuda a atraer al turista y convertir a esa esquina en “la más fotografiada del Centro”. Aunque recientemente la municipalidad de París comenzó a retirar los candados del Pont des Arcs porque estaban dañando la estructura,Celsi asegura que los de la fuente de 18 y Yí están a salvo. De todas formas, contó que también hubo que reforzar una reja por el peso que ejercen los candados de las parejas.

Al respecto, Celsi contó una anécdota “insólita” que le sucedió en Verona, la ciudad de Romeo y Julieta. “En la tienda de merchandising, al lado de la caja, había una torre con candados preescritos para que la gente ponga su nombre. Arriba de ella vi la foto de la fuente de Facal. Dije qué hace esto acá, y el encargado me dijo que un amigo suyo había estado en Montevideo y le llevo la foto de esa fuente, por lo que estaban vendiendo candados por la fuente de Facal. En el lugar de la leyenda más increíble del amor, había un pedacito de Montevideo”, relató Celsi.