De acuerdo a los datos de la DIEA, el precio de 174 dólares por hectárea por año fue un 4% mayor al del promedio de 2013, que cerró en 167 dólares.
El precio promedio de una hectárea arrendada para ganadería en Uruguay en 2014 fue de 80 dólares, mientras que una hectárea para agricultura de secano (básicamente soja) costó 331 dólares.
En todo 2014, se realizaron 2.635 contratos de arrendamiento, un 3% menos que en el año anterior. A su vez, estos implicaron una superficie total arrendada de 888.000 hectáreas, cifra similar a 2013.
Según estimó en No toquen nada el ingeniero agrónomo Germán Bremermann, gerente de Barraca Erro, una de las principales exportadoras de soja del país, prácticamente dos tercios del área en la que se cultiva soja en Uruguay es sobre tierras arrendadas. Eso contrasta fuertemente con la ganadería, que se realiza mayoritariamente sobre campos que pertenecen al productor.
Bremermann dijo que para la producción de soja el peso de la tierra en los costos pasó en los últimos años de representar el 25% al 40% para el productor que no cultiva sobre tierras propias.
El precio promedio de la hectárea arrendada para agricultura de secano tuvo su segunda baja anual consecutiva. En 2012 estuvo en su techo, rondando los 370 dólares por hectárea por año, en 2013 bajó lentamente por debajo de los 350 dólares y 2014 lo cerró en 331 dólares.