El Gobierno firmó un decreto que prevé la creación de una Comisión que se encargará de llevar adelante el Protocolo para la Eliminación del Contrabando de Tabaco aprobado por ley el año pasado. Este protocolo empezará a implementarse a nivel mundial cuando 40 países lo ratifiquen y, según detalla Naciones Unidas, hasta el momento lo hicieron ocho.
El protocolo establece una serie de medidas que los países deben adoptar en lo que tiene que ver con la producción del tabaco en hoja, transporte y distribución, hasta el consumo final. Además, espera un trabajo en red entre los países.
“La parte más importante es lo que se llama track and trace. Cuando se producen cigarrillos en un país es obligación aplicarle a ese paquete unas marcas electrónicas, que permiten hacer un seguimiento desde su fuente de producción hasta el consumo final. Eso permite un mayor control sobre la producción, distribución y consumo final de los artículos de tabaco”, contó a 180 Dardo Curti, economista del Centro de Investigación para la Epidemia del Tabaquismo (Ciet), que será integrante de la Comisión.
Este sistema ya funciona en Brasil, aunque este país no haya ratificado el protocolo.
Curti explicó que si bien en Uruguay no hay un estudio que cubra en todo el país el comportamiento del mercado ilícito del tabaco, en el Ciet realizan una encuesta en cinco puntos del país, cada dos años, que recoge información sobre el precio del tabaco pagado por el consumidor, el lugar en que compra y la marca, entre otros datos.
Los datos de la encuesta del 2012, indican que en Uruguay el 80% del contrabando de tabaco se vende en locales formales. “Siempre se habla del vendedor callejero, pero el cigarrillo ilegal en todo el país sale fundamentalmente por dos vías, los almacenes y los quioscos”, puntualizó Curti.
En ese sentido, el trabajo de la Comisión estará en aplicar un “mayor control sobre los lugares de venta”, consideró Curti. “Ya vender cigarrillo ilegal no va a ser tan sencillo, por los datos que tenemos, si la mayor parte del comercio de tabaco ilegal se vende en comercios legamente establecidos, evidentemente hay instrumentos para controlar eso”, destacó.
Las marcas de cigarrillos de contrabando que más se consumen en Uruguay provienen de Paraguay. Entre ellas, los cigarrillos marca “51”, por ejemplo, tienen el 75% del mercado ilegal. También Milenio, Eco, Star y Euro, entran en este círculo.
Sin embargo, “Paraguay es la tierra de nadie en este sentido” y no forma parte de los países que se adhieren al protocolo, añadió Curti.
“La medida más importante y que resultó más efectiva en la disminución del consumo de tabaco fue el aumento de impuestos, que lo que más se redujo fue el lado legal del mercado, no tanto el ilegal, que permaneció relativamente estable”, desarrolló Curti. De todos modos, indicó que no hay evidencia “ni es un hecho mecánico” que el aumento de precios genere una suba del contrabando. “En general es un argumento de la industria como forma de evitar el aumento de precios”, manifestó.