Mal año de la soja complica renta agrícola

La producción de soja en Uruguay en 2015 ya quedó afectada por la falta de lluvias en febrero y marzo y, aunque llueva en las próximas semanas, el rendimiento no se recuperará.

Actualizado: 30 de marzo de 2015 —  Por: Redacción 180

Mal año de la soja complica renta agrícola

Plantacion de soja en San José. Javier Calvelo / adhocFotos

Con base en un informe de Ricardo Leiva, de No toquen nada.

Germán Bremerman, gerente comercial de Barraca Erro, una de las tres principales exportadoras de soja del país, dijo a No toquen nada que “en más del 80% del área el rendimiento ya está jugado”.

“Quizás hay un 15 o 20% sobre todo en lo que son siembras de segunda, siembras que se hicieron más tarde en los primeros días de diciembre hasta el 20 de diciembre, que generalmente van atrás de una cosecha de trigo o de cebada, probablemente haya una lluvia importante si es en estas horas. Para el resto, todo lo que es soja de primera y siembras de segunda temprana, en noviembre, la pérdida de rendimiento ya fue. Puede ser que puntualmente en algunas situaciones mejore algo pero no habrá cambios sustanciales”, explicó.

Bremerman dijo que los rendimientos en este año no van a ser altos. El ingeniero agrónomo dijo que en enero los cultivos ofrecían una proyección muy buena de rendimiento pero que la falta de agua de las últimas semanas generó un efecto muy negativo.

“Hasta fin de enero veníamos con una estimación de rendimiento por encima de los 2.500 kilos por hectárea promedio país y eso nos estaba dando una proyección de que posiblemente íbamos a estar muy cerca de los cuatro millones de toneladas de soja. A medida que avanzó febrero fueron cayendo esas proyecciones. Hoy no tenemos claro porque todavía no sabemos dónde está piso, pero probablemente no andemos muy por encima de los 2.000 kilos, unos 3.200.000 toneladas. Pero no es fácil tener una proyección cuando todavía no se estabilizó el clima”, señaló.

La soja fue el principal producto de exportación en los últimos tres años. Según datos del Instituto Uurguay XXI, el país exportó entre 2012 y 2014 entre 1.400 y 1.900 millones de dólares por año y fue, en todos los casos, el principal producto de las ventas uruguayas al exterior.

En este momento, la soja y de su mano la agricultura uruguaya enfrentan una acumulación de dos años decepcionantes en materia de rendimiento. Uno por exceso de agua y otro por falta de agua.

“Tuvimos un diciembre y enero espectacular en cuanto a lluvias. A partir de febrero empezó a cortarse, a mermar la cantidad de lluvia, terminando en muchos lugares con muy poca agua caída en febrero. En marzo no hemos tenido casi ninguna lluvia, muy puntual, con temperaturas de 28 o 30 grados y más, y eso le va a pegar al rendimiento”, afirmó Bremerman.

A esto se suma que el precio está muy por debajo de lo que se venía manejando en los últimos cuatro años. La caída internacional en el precio de los granos fue de entre 30 y 40%.

“Eso impacta mucho en la facturación y al tener que subir los costos te pega mucho en la rentabilidad. La única salida que te queda en el corto plazo es lograr una alta rentabilidad para poder compensar esa caída y que el negocio siga siendo rentable”, afirmó.

Jaque a la rentabilidad

El análisis del gerente comercial de la empresa Erro señala que con el actual nivel de precios de los granos a nivel internacional y, por otro lado, de los costos de producción, muchos productores ven en jaque la rentabilidad de su negocio.

Además, según Bremerman el problema no sólo viene de la mano de la soja sino también de problemas con el trigo que es el segundo grano más producido en el área agrícola uruguaya.

“Va a estar muy golpeado porque si bien hay que mirar a la soja como cultivo importante, líder en el negocio, no tenemos que olvidarnos que el trigo también incide, sobre todo en el litoral”, dijo.

La zafra anterior de este cultivo fue de muy bajo rendimiento y mala calidad. Ahora se suma una zafra de soja con rendimientos medios a bajo, con precios bajos.

“La situación del productor va a ser compleja pero en general el sector venía bastante sano, de ocho o 10 años de crecimiento con algunos vaivenes, y es normal. Esto es un negocio a cielo abierto, donde se combina un mercado de precios que no acompaña y un clima que te empieza a pegar negativamente, se dan estas situaciones. Todos los que estamos en este negocio sabíamos que cada tanto tiempo vienen uno o dos años malos. Ahora tenemos que tratar de reacomodar el negocio para seguir creciendo, seguir trabajando. Últimamente como era un negocio que venía dando buena rentabilidad y venía creciendo fuerte, había entrado mucho empresario que no conoce mucho de esto y ahora con esta situación se asusta. Pero para el que conoce del negocio, el que sabe lo que es hacer agricultura, este tipo de cosas es normal. Más allá de que uno ande con el ánimo bajo, sabemos que después vendrán años buenos”, dijo.

En función de reacomodar el negocio Bremerman señaló que para que el sector pueda seguir creciendo en el actual escenario hay que revisar el esquema de costos. De otra forma, las exigencias de producción para alcanzar la rentabilidad van a sacar a muchos actores del negocio.

“En este nuevo escenario de precios de los diferentes cultivos nos encontramos que tenemos que sacar rendimientos por encima de los 2.500 kilos de soja por hectárea para ser rentable, tener un número razonable. Y en algunos casos cerca de los 3.000 kilos. En trigo necesitamos sacar 4.000 kilos por hectárea o más. Realmente en ese escenario no se puede producir. Si los precios se van a establizar en los valores en los que están hoy lo que necesitamos es reacomodar los costos y ahí tendremos que trabajar en toda la cadena”, afirmó.

También es claro que la soja impulsó en los últimos años una revolución en la agricultura que elevó en varios cientos de miles de hectáreas el área agrícola del campo uruguayo y, según manejó la semana pasada el ministro Tabaré Aguerre fue clave en la principal revolución económica de la historia del país: el valor de la tierra en su conjunto pasó de representar un 25% del PIB a un 150%.

El costo de la tierra

Dentro del panorama de costos que se maneja hoy en la agricultura uruguaya Bremerman señaló que se puede avanzar en varios frentes y de hecho mencionó algunos insumos que ya procesaron un ajuste a la baja. Sin embargo, destacó el precio de la tierra como el frente principal donde se requiere un ajuste para asegurar la rentabilidad futura del negocio.

“Sin lugar a dudas la renta de la tierra es uno de los que más aumentó porque fue acompañando el crecimiento del cultivo y el aumento de los precios. Entonces pasamos de un 20 o 25% que era normal en cuanto al peso que tenía la tierra hace 10 o 12 años atrás, a hoy que estamos entre un 35 y 40%. Sin lugar a dudas es muy pesado y hay que ver cómo se readecua porque bajo este sistema va a haber mucho productor que no va a poder seguir plantando y va a tener que sentarse y renegociar con el dueño de la tierra para ver de qué forma hacen rentable el negocio. Para que esto funcione tienen que terminar siendo socios, tienen que involucrarse ambas partes y de esa manera llegar a un acuerdo que le sirva a ambos y sea un negocio de ganar ganar”, afirmó.

Un dato importante es que aproximadamente dos tercios del área agrícola trabaja sobre campo arrendado y no sobre campo propio. Los costos del arrendamiento en los últimos años han avanzado muy por encima del aumento de otros insumos.