Fernando Gambera, encargado de Relaciones Internacionales de la central sindical, dijo a No toquen nada, que este jueves el PIT-CNT se reunió por segunda vez con el Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (Sedhu), una organización de la sociedad civil que trabaja con refugiados, en su mayoría presos políticos, que cuenta con el apoyo de Acnur.
La reunión fue para realizar la transición en el traajo con los ex presos y pasar la posta de la financiación.
"Sedhu es una organización con una trayectoria en este tema de muchos años, fue quien hizo la primera contención y cobertura a los presos políticos uruguayos", señaló Gambera. "En la primera reunión los habíamos puesto a punto; se les informó sobre los tratamientos terapéuticos que algunos están teniendo, que son secuelas de los años de reclusión y las condiciones en que estuvieron", agregó.
En diciembre el gobierno "pidió cubrir esta primera etapa de acompañamiento y acercamiento a la cultura y al idioma" al PIT-CNT. "Fue un planteo concreto del gobierno al mismo tiempo que se tomaba la decisión de traerlos", explicó Gambera.
Hasta la semana pasada la central sindical se encargó de los gastos de insumos para la casa -que fue provista por el PIT-CNT, mantenimiento de la higiene personal, traslados y "todo lo necesario" para que se integren a la sociedad.
Este dinero salió " desde las arcas del PIT-CNT, que no es otra cosa que la cuota sndical que aportan los trabajadores, es solidaridad pura", afirmó.
Hubo muchos ofrecimientos de trabajo "teniendo en cuenta los oficios que tenían ellos" antes de llegar a Guantánamo. "Buenos trabajos que están en carpeta todavía", dijo Gambera.
Los ex presos aún no aceptaron ninguno porque "todavía no logran tener la capcidad de poder concentrarse en algo", según argumentan.
Sedhu va a aportar 15.000 pesos mensuales por cada preso. "Eso es parte de un proyecto a dos años que tienen otros elementos, como el de resolver el tema habitacional para aquellos que decidan traer a sus familias", dijo Gambera.