Un informe realizado por investigadores del Museo de Historia Natural de Uruguay, la Facultad de Ciencias y la Universidad de York, publicado recientemente por Journal of Anatomy, mostró los resultados de la reconstrucción muscular de la cabeza del “Josephoartigasia”.
El animal prehistórico -cuyo hallazgo fue difundido en 2008-, al que denominaron “Josephoartigasia” en alusión al prócer José Artigas, tenía una fuerza de mordida a nivel de incisivos de 1.400 newton, por encima de la del león.
Rinderknecht explicó la historia del “Josephoartigasia” a No toquen nada. “En el Museo de Historia Nacional estaba el cráneo casi completo de un roedor prehistórico que tenía cuatro millones de años”, contó. Comenzaron a investigarlo con el físico de la Facultad de Ciencias, Ernesto Blanco, y “resultó ser el roedor más grande de todos los tiempos”, confesó.
El animal, “sería una especie de carpincho pero del tamaño de un toro”, según Rinderknecht. El “Josephoartigasia” vivió hace cuatro millones de años en América del Sur. Pesaba una tonelada y era herbívoro. Medía 2.5 metros de largo y 1.2 metros de altura.
En 2008, la noticia que se originó en Uruguay llegó a todo el mundo a través de Discovery Channel y History Channel. Ahora se conoció que el “Josephoartigasia” tenía dientes incisivos muy desarrollados.
Rinderknecht destacó la importancia del descubrimiento, indicando que “son animales sobre los que se conoce muy poco”. Agregó que “se han encontrado fósiles en todo el continente pero nunca habían aparecido restos tan completos”.
El paleontólogo mencionó que este tipo de descubrimiento sirve para conocer cómo eran las cualidades de la zona en esa época en nuestro país. Destacó que el descubrimiento de la mordida, por ejemplo, es un dato más “para ir reconstruyendo la fauna de Uruguay de hace cuatro millones de años”.
Añadió que además de este reciente estudio para conocer cómo era su fuerza de mordida, están llevando a cabo otros para saber qué tipo de plantas comía, cómo era el cerebro y qué tan inteligente era.
“Son muchos estudios que se están haciendo en este momento para poder armarnos un paisaje un poco más completo de cómo vivía este roedor uruguayo y, en base a eso, cómo era el ecosistema en el que este animal se movía”, indicó.