Poco importa el resultad. Es anécdota que Uruguay haya perdido. Los de Coito ganaron su grupo y empiezan el hexagonal final con la ilusión intacta.
El hecho más grave, lo que debería replantearse la Conmebol, es tener árbitros como Mancilla. Durante toda la noche el juez boliviano mostró una incapacidad alarmante para hacerse respetar y en la última jugada del partido llegó al pico máximo de falta de autoridad.
Menos mal que Uruguay no se jugaba más que el invicto porque en otra circunstancia la noche hubiese terminado bastante peor.
Cuando Mancilla se aprontaba para pitar el cierre del juego, Agustín Ale le ganó de forma lícita a la salida del arquero y al salto de un defensa para anotar el empate en el partido que, desde los 27 minutos, ganaba Venezuela con gol de Jaime Moreno.
Mancilla validó el gol e incluso luego de hablar con el línea marcó el medio de la cancha. Pero los venezolanos explotaron contra el árbitro. Se lo llevaron por delante, lo empujaron y le dijeron de todo durante algunos minutos. El final de la historia fue con Mancilla poniendo la pelota en el área venezolana y marcando tiro libre.
Así, Uruguay perdió el invicto en el Sudamericano Sub-20.
Ahora la Celeste comenzará desde el lunes a disputar el hexagonal final en Montevideo. Brasil-Uruguay; Argentina-Perú y Paraguay frente a Colombia serán los partidos de la primera fecha.
