Según Ciepur lo que quedará es el viejo Código Penal del año 34 reformado y se generará una grave inseguridad jurídica.
"Resultado de una construcción aluvional, sin orden ni concierto, carece particularmente en la Parte Especial de cierta sistematización que recoja alguno de los modernos principios de política criminal", dice el texto. "Errores, diversas carencias técnicas, omisiones esenciales, llevan a que tanto con relación a los delitos como en cuanto a las penas sea inconcebible que hayamos esperado ochenta años para lograr este proyecto y convertirlo en ley", agrega.
En el proyecto quedan por fuera "cerca de un centenar de figuras delictivas vigentes". "Se trata de un texto retrógrado, conservador y
asistemático", dice Ciepur.
Al mismo tiempo unas 20 organizaciones de la sociedad civil, encabezadas por Amnistía Internacional, emitieron otro comunicado. "Este nuevo proyecto de Código Penal no sólo está muy lejos de consagrar nuevas figuras penales que atiendan la realidad uruguaya, sino que implica un retroceso en la agenda de derechos que el país se jacta de haber incorporado", dice el texto.
Como ejemplo explica que el proyecto "banaliza los delitos sexuales que no implican penetración, denominándolos delitos contra el pudor y reduciendo la pena de forma que permita la excarcelación, siendo este tipo de conductas muy frecuentes en mujeres y las más utilizadas contra niñas, niños y adolescentes".
En resumen "conserva una raíz androcéntrica y patriarcal que contribuye a la reproducción de las desigualdades y no respeta los derechos humanos", señala el comunicado.
Declaración de las organizaciones de la sociedad civil