Al finalizar su discurso, en el que tomó la presidencia pro tempore del bloque, Rousseff se dirigió especialmente a su “compañero” Pepe Mujica.
“Quiero dirigirme muy especialmente al compañero Pepe Mujica para manifestar mi alegría por el privilegio haberlo conocido y convivido con él. Mi emoción por contar con su amistad y mi inmenso agradecimiento por haber contado con su colaboración”, dijo emocionada la presidenta de Brasil.
Entonces, pidió que Mujica se levantara mientras el resto de los presidentes y representantes de los países asociados al bloque lo aplaudían. Mujica no lo hizo hasta que toda la sala se levantó para aplaudirlo de pie.
Mujica solo sonrió, visiblemente emocionado por el reconocimiento de sus pares de la región.