Cuatro bancos de tumores "en 20 cuadras a la redonda"

El Instituto Nacional del Cáncer anunció que abrirá un banco de tumores pero sin una coordinación previa con el ya existente en el Hospital Militar, según dijo a No toquen nada el director del Banco de tumores de ese centro. "Hoy por hoy no tenemos ninguna coordinación", expresó Gustavo Ardao, y dijo que los cuatro bancos "están concentrados en 20 cuadras a la redonda".

Actualizado: 15 de diciembre de 2014 —  Por: Redacción 180

Cuatro bancos de tumores "en 20 cuadras a la redonda"

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Alvaro Luongo, director del Instituto Nacional del Cáncer, dijo que van a coordinar con todos los bancos existentes pero que el banco del Instituto es nacional y el del militar es local.

El banco permitirá estudiar los cánceres de la población para diseñar tratamientos específicos para cada persona.

Luongo dijo que al banco lo bautizaron como un “banco de vida” porque allí no se almacenan muestras sino que se conservan tejidos vivos a 140 grados Celsius bajo cero para que dentro de un mes o 10 años los investigadores puedan estudiarlos como si fueran tejidos recién extraídos.

El director del Instituto dijo que el banco permitirá estudiar la genómica de los cánceres desarrollados por los uruguayos.

“La quimioterapia ya no es aquella que mata a una célula, otra se recupera... No, ahora son blancos tumorales. O sea, van al blanco genómico de ese tumor, le pega solo a esa. Por lo tanto hay que ubicarla, hay que reconocerla, no es la misma la genómica de una célula de acá que la de un japonés o de un chino. Nosotros tenemos otra genética. Quizá ese blanco, esa expresión de un tumor, no se exprese en nosotros, se exprese en forma diferente o se exprese en dos o tres”, señaló.

“Cada vez más se va a los tratamientos diseñados para el paciente con ese cáncer en especial. Esto va a permitir los diseños personalizados de los tratamientos. Uruguay, un país de diferentes procedencias genéticas, tiene tumores que son diferentes. Esto abre una gran puerta científica de investigación”, explicó.

Luongo dijo que estudiar la genética de nuestra población es la única forma de abaratar los costos cada vez más altos de los tratamientos.

“Esta lindísima mujer que es Angelina Jolie tomó una decisión de un tratamiento diseñado para ella. No le voy a sacar las mamas a todas las mujeres, pero ella sí lo necesitaba. Eso es un tratamiento diseñado. ¿Es más caro? No, es más barato”, señaló.

El Banco de Vida del Instituto Nacional del Cáncer sería el cuarto banco de tumores que se abre en Uruguay.

Pero el director del INCA dijo que este será el primer banco nacional. “Este es un banco por primera vez nacional porque ASSE tiene una población muy grande de gente y está abierto a todos. Esto pretende centralizar todo, no absorber los otros bancos”, expresó.

Para comenzar ASSE tiene los equipos y el software -que fueron donados por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) y por el hospital brasileño AC Camargo Cáncer Center- y también cuenta con el personal. Pero el inicio de actividades del banco depende del resultado de una campaña de donaciones que se realizará junto con la Fundación Peluffo Giguens a partir de marzo.

“Tenemos todo el equipamiento, tenemos la gente y ahora acaban de donar el software. Ahora hay que ponerlo a funcionar, y no queremos hacerlo hasta que tengamos un proyecto claro de financiamiento, por eso junto con la fundación Peluffo Giguens, tenemos un proyecto que fue autorizado por el MEF, van a hacer una campaña a partir de marzo para buscar asociados para mantener el banco”, explicó.

Las dos donaciones que recibieron en refrigeradores y software ascienden a 350.000 dólares. El costo de funcionamiento es de 200.000 dólares anuales que ser piensa recaudar a través de donaciones bajo la ley donaciones especiales que permite exoneraciones impositivas de hasta el 80%.

“La idea es tener socios del banco, que con cuotas muy bajitas de pocos pesos mensuales aportemos al banco, como aportamos a un club de fútbol. En el fondo estamos apostando a nosotros mismos, a nuestros hijos y a nuestros nietos para que tengan un tratamiento oncológico adecuado”, señaló.

Luongo cree necesario que hay que explicarle a las autoridades la importancia que tiene un banco de tumores para que lo prioricen y le asignen presupuesto.
“Pensamos que era necesario que se culturizara a las autoridades de lo necesario de esto. A veces uno en salud tiene que ser inmediatista, entonces está tapando permanentemente incendios. A veces se visualiza más la necesidad de una ambulancia, de un tomógrafo, de un equipo de rayos X, de una droga o un electrocardiógrafo. En el fondo está bien pero también tiene que pensarse que tenemos que ir haciendo futuro”, dijo.

"Hoy por hoy no tenemos ninguna coordinación"

El director del Instituto del Cáncer, Alvaro Luongo, mencionó al banco de Tumores del Hospital Militar y los problemas que tuvo.

El Banco de Tumores del Hospital Militar se inauguró en 2007. La ley de creación dispuso una financiación de un millón de pesos anuales (menos de 50 mil dólares) para gastos de funcionamiento y unos 10 mil dólares anuales para gastos de inversión en equipos.

El director del Banco de tumores del Hospital Militar, Gustavo Ardao, dijo que ese monto quedó muy corto porque las cosas salen mucho más caras. En 2011 el banco estuvo a punto de cerrar.

Ardao dijo que ahora el banco está funcionando bien y explicó cómo lograron equilibrar las cuentas.

“Teníamos todo en nitrógeno líquido y se gastaba casi todo en pagarlo, casi 50.000 dólares por año. La otra manera de obtener ingresos, que no son en dinero, son en equipo, fue el proyecto con el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos sobre cáncer de mama, para buscar el perfil molecular del cáncer de mama de la mujer latinoamericana, pudimos obtener varios de los freezers mecánicos. Dejamos el nitrógeno que tenía un costo exorbitante y pasamos a los freezers que son eléctricos. En vez de gastar 50.000 dólares gastaremos 10.000 de electricidad por año”, señaló.

El Banco de tumores del Hospital Militar fue el primer banco. Para su creación se comenzó a trabajar en 1997, se abrió una década después. Hoy sus integrantes tienen una experiencia de 17 años.

Sin embargo, el INCA lanza un nuevo banco sin haber coordinado con el Banco de Tumores del Hospital Militar.

“Hoy por hoy no tenemos ninguna coordinación. Escuché que vamos a trabajar juntos: enhorabuena. Pero la verdad fue una sorpresa porque hasta el momento no hubo ninguna palabra. Nos sentaremos a conversar y a resolverlo. Podemos trabajar juntos, en red, nosotros trabajamos en red con otros bancos de Latinoamérica, de hecho creamos la red en Unasur”, dijo Ardao.

El jerarca celebra la apertura de un nuevo banco pero criticó que sea el cuarto en un radio de pocas cuadras en Montevideo. Para Ardao sería bueno que se abra algún banco en el interior porque las muestras de tejidos deben congelarse a los pocos minutos de haberse extraído.

“Empezamos con el banco del Hospital Militar en 2007. Algunos años después se inaugura el banco del Pereira Rossell, el banco de tumores de niños. Después, hace un par de años, se inauguró el banco del Hospital de Clínicas que no sé en qué situación está. Y ahora este banco. Eso es bueno, el único problema es que como muchas cosas en Uruguay están concentradas en 20 cuadras a la redonda”, señaló.

“Banco de tumores no quiere decir crear una infraestructura con 18 freezers y software y laboratorios de biología molecular en cada departamento. Significa tener reglada la colecta de congelamiento y guardarlo en un freezer. Después se pueden recolectar y mandar a un banco central en Montevideo. Sería bueno que hubiera alguno en el interior, en Tacuarembó o Salto, buscar estratégicamente dónde colocar bancos de tumores”, agregó.