Intendencia analiza medidas ante cambio "radical" del tránsito

La concentración de autos en Montevideo es "muy preocupante" y provocó un "cambio radical" en el tránsito, por lo que la Intendencia se plantea construir corredores exclusivos para el transporte público en lugares como Avenida Italia. "No puede ser que el impacto que producimos el 30% de los ciudadanos que nos movemos en auto tenga que ser soportado por el 70% restante", dijo a 180 el director de Movilidad, Néstor Campal.

Actualizado: 20 de noviembre de 2014 —  Por: Juan José Marti

Intendencia analiza medidas ante cambio "radical" del tránsito

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En el marco del 50° aniversario de las relaciones diplomáticas entre Uruguay y Corea, el embajador Yoo Han-Jun, especialista en transporte, "ofreció los servicios de una consultora con origen en su país promovida por el Ministerio de Transporte de Corea".

Los técnicos coreanos analizarán la aplicación de los sistemas Bus Rapid Transit y Light Rail Transit en Montevideo. Uno de estos "corredores exclusivos", ya sea de ómnibus o trenes ligeros, podrían situarse en Avenida Italia, por ejemplo.

"La Intendencia ya había emprendido el camino de realizar estudios similares financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo, pero estos temas fueron bloqueados por la oposición en la Junta Departamental", dijo Campal.
Pero de esta forma, como "no hay gasto ninguno" para la comuna, el proyecto no podrá ser bloqueado.

"Corea tiene siete ciudades del tamaño de Montevideo. Como productor de automóviles que es, ha vivido hace 10, 15 o 20 años las crisis en la movilidad que se genera por el aumento de la masa de vehículos privados", señaló.

En Montevideo el crecimiento del parque automotor "ha seguido una curva exponencial en los últimos tres o cuatro años", lo que provocó un cambio "radical" en el tránsito.

Esta concentración de automóviles "es muy preocupante por muchas razones y no hay que atacar un solo punto", dijo Campal. "No es únicamente un tema de obras. Las personas que nos movemos en automóvil la mayoría del tiempo somos el 30% de los habitantes de la ciudad. Hay un 70% que se mueve en transporte público, a pie o en bicicleta. No puede ser que el impacto que producimos el 30% de los ciudadanos tenga que ser soportado por el 70% restante", afirmó.

Sin subte pero con vehículos eléctricos

"Hay que tratar de encontrar sistemas que hagan que la persona encuentre más útil, sencillo y amable subirse al transporte público para trabajar o estudiar y dejar el auto para otras opciones de viajes más aleatorios", explicó Campal. Para eso se debe "trabajar sobre las vías de tránsito pero también sobre aspectos culturales", agregó.

La idea es definir una parte del espacio público y reservarlo para el transporte colectivo "con la menor interferencia posible con el transporte privado". Los corredores centrales "no son la única solución ni la panacea de nada, pero reservan un espacio para el transporte público que permite asegurar que aunque crezca el parque automotor, ese espacio está reservado", dijo Campal.

La construcción de un subterráneo está descartada por razones económicas. Construir un sistema de ómnibus de buena calidad puede costar hasta 100 veces menos que un sistema de subterráneo.

"Hay que reflexionar mucho y tener muy buenos datos sobre el movimiento de las personas para decidir qué sistema de transporte es más adecuado, para que no se transforme luego en una carga económica que la sociedad no pueda solventar o el sistema se abandone, que eso sería lo peor", evaluó Campal.

"Probablemente tengamos que seguir el camino de ir ejercitando cambios graduales y la introducción de un sistema de transporte donde la energía sea eléctrica. De eso no hay ninguna duda, porque el cambio de la matriz energética del país lo está justificando plenamente", dijo.

Cambio cultural

Para realizar ese cambio cultural que provoque la gente prefiera el transporte público Campal sostiene que deben aplicarse "medidas propositivas".

En primer lugar, Campal entiende como un error que el boleto valga lo mismo "sin importar si lo tomás una vez por mes o una vez por año". "La tendencia mundial es que si uno se afilia al sistema, porque es un usuario frecuente, el precio del boleto es menor", señaló.

Desde este año el costo para quienes usan tarjeta STM y pagan con tarjeta de débito o crédito es menor, "pero hay que ahondar mucho en ese aspecto y llegar a una diferencia sustancial de precio", dijo el jerarca.

Además destacó la apuesta al Centro de Gestión de Movilidad, el cual permite un control electrónico del cumplimiento de los horarios, por ejemplo. "Esto nos puede ayudar a mejorar la calidad del servicio", señaló.

Por último, Campal entiende que "varias partes de la ciudad hay que hacerlas más amigables" mediante, por ejemplo, la construcción de peatonales y regulando mejor los espacios para estacionar.

"Los cambios respecto a los precios y al estacionamiento son cambios que deben hacerse inmediatamente, no pueden esperar", afirmó.

"Hay que hacer proyecciones en cuanto a movimiento de personas que sean lo más acertadas posibles para que el sistema sea solventable y sea útil a la sociedad si no, se transforma en un adorno pero no en una solución al problema", concluyó.