Mercados desafían a Dilma tras su reelección

La presidenta de Brasil Dilma Rousseff confía que el mercado "se va a calmar" tras la fuerte caída este lunes de la bolsa y el real, y adelantó que antes de que termine el año anunciará medidas para reactivar la estancada economía.

Actualizado: 28 de octubre de 2014 —  Por: Redacción 180

Mercados desafían a Dilma tras su reelección

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Los mercados, que preferían al derrotado Aecio Neves y sus propuestas de dar un giro liberal a la economía y reducir la intervención del gobierno, han mostrado "alergia" a Rousseff (Partido de los Trabajadores, PT, izquierda) en las últimas semanas.

La bolsa de Sao Paulo cerró en baja de 2,77% y se situó en 50.503 puntos, reduciendo pérdidas tras registrar un derrumbe de 6% minutos después de la apertura. El real también cayó un 2,58%, cotizado a 2,52 ante el dólar, su menor nivel desde 2005.

"Las bolsas americanas, europeas cayeron. El mundo está enfrentando muchas dificultades. Es verdad que en Brasil cayeron más", admitió la presidenta en una entrevista al canal Record. "Tenemos que esperar que el mercado se calme y se va a calmar", siguió.

La exguerrillera de 66 años, que triunfó con 51,6% de los votos, apenas tres puntos sobre Neves (Partido de la Socialdemocracia Brasileña, centro), que obtuvo 48,3% en la elección más reñida del país desde 1989.

Para Alex Agostini, economista jefe de la calificadora de riesgo brasileña Austin Rating, en los mercados "hay una decepción total" y la expectativa es "que un nuevo gobierno de Rousseff significará sólo más de lo mismo".

Llamado al diálogo

La mandataria dijo que tomará decisiones económicas antes de comenzar su segundo mandato, el 1 de enero, basada en un "diálogo con todos los sectores", incluido el empresarial y financiero.

"Pretendo colocar de forma muy clara las medidas que voy a tomar. Ahora, no es hoy lunes, antes del final de año", dijo en una entrevista a la televisión Globo.

El próximo gobierno de Rousseff deberá enfocarse en recuperar la confianza y las inversiones para fomentar el crecimiento, combatir la inflación y tener una mayor disciplina fiscal.

Rousseff tampoco adelantó el nombre del sustituto de su actual ministro de Hacienda, Guido Mantega, que antes de la elección había anunciado que no seguiría en el gobierno aún si fuera reelecto. "No es el momento ni la hora de discutir los nombres del próximo gobierno", dijo.

Tras un alza espectacular de 7,5% en 2010, durante el primer mandato de Rousseff la séptima economía mundial ha registrado un magro crecimiento, menor incluso al de las demás potencias emergentes.

El primer semestre de 2014 sufrió una recesión técnica y tanto los mercados como el FMI esperan que el año concluya con un alza del PIB cercana a cero. A esto se suma una inflación de 6,75% en 12 meses, por encima del techo de la meta oficial, aunque el desempleo todavía se mantiene muy bajo, en 4,9%.

"El primer desafío de Dilma Rousseff es reaproximarse al mercado. Tener un buen diálogo con el sector empresarial, el sector financiero que, sin duda, estaban muy descontentos con ella", dijo a la AFP el analista Marco Antonio Teixeira, de la prestigiosa Fundación Getulio Vargas en Sao Paulo.

Durante los 12 años de gobierno del PT, más de 40 millones de brasileños salieron de la pobreza e ingresaron en la clase media gracias a subsidios directos para familias pobres, viviendas populares, enseñanza técnica gratuita y cuotas universitarias para negros y estudiantes de muy bajos ingresos. La presidenta promete ampliar estas conquistas.

"Duela a quien le duela"

Como mostraron las masivas manifestaciones callejeras de 2013, los brasileños están hartos de la corrupción de la clase política.

Rousseff, que se convirtió en la primera mujer presidenta de Brasil en 2011, también tiene como desafío enfrentar las denuncias de corrupción en la estatal Petrobras que corroen su partido y formar alianzas legislativas con un parlamento repartido entre 28 partidos políticos para poder gobernar.

"Voy a investigar, me voy a empeñar en ese caso le duela a quien le duela. Quiero que se aclare esa y todas las investigaciones. No es que pasó la elección y se me van a olvidar las acusaciones de corrupción. No, yo no", insistió.

La oposición socialdemócrata, fortalecida por su mejor resultado en las últimas cuatro elecciones presidenciales, hará una fuerte presión para que se investiguen las denuncias.

"La ajustada victoria de Dilma le aporta grandes desafíos: deberá unir al Brasil hoy dividido en dos con una gran animosidad; el PSDB tiene un sentimiento de odio y de aversión al PT a raíz de los escándalos de corrupción", dijo a la AFP Daniel Barcelos Vargas, analista político de la universidad privada Fundación Getulio Vargas en Rio.