Bordaberry quedó solo en defensa de la baja

Los candidatos a la presidencia, menos Tabaré Vázquez, debatieron sobre seguridad. Parte de la exposición se centró en la reforma de bajar la edad de imputabilidad penal a 16 años, que promueven el Partido Colorado y el Partido Nacional. Pedro Bordaberry la defendió y Luis Lacalle Pou evitó mencionarla. Los demás candidatos, con Pablo Mieres a la cabeza, se mostraron en contra y cuestionaron la propuesta.

Actualizado: 22 de setiembre de 2014 —  Por: Emiliano Zecca

Bordaberry quedó solo en defensa de la baja

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El debate fue organizado por el semanario Voces y se desarrolló en el Paraninfo de la Universidad de la República. Allí Bordaberry planteó que la baja era una de las respuestas a los problemas de seguridad. "La participación de los menores en los delitos de los últimos nueve años ha sido muy grande, ha aumentado. No podemos mirar hacia otro lado, porque no es cuestión de no atender esto. Nosotros pensamos que si un menor mata tiene que ser recluido, nadie piensa que si un menor mató hay que dejarlo libre en la calle, por eso la cuestión es de grado. Es de cuánto tiempo, es sólo de eso", dijo.

Lacalle Pou habló de inclusión, de Inglaterra y los hooligans, del mapeo del delito y las circunstancias, de las cárceles, de la reincidencia, de reestructurar las comisarías, pero no mencionó la baja de edad de imputabilidad en sus intervenciones. Solo dijo que en octubre hay "un plebiscito" que él firmó y apoyó, cuando se refirió a la reforma de código del proceso penal.

Al final del debate, los candidatos tenían tres minutos para hacer un resumen final de sus propuestas. Mieres dedicó todo el tiempo a "defender el 'no a la baja de edad de imputabilidad'" y dijo que "es necesario recuperar el camino de la seguridad perdida, pero bajar la edad no es el camino".

"Sigo preguntándome porque para los deberes y sanciones son adultos, y para los derechos nada. Los que promueven la baja de la edad de imputabilidad deberían proponer al mismo tiempo el derecho al voto, a contratar, a manejar, en fin, todos los derechos correspondientes al estatuto de un adulto. Pero no, son adultos para el castigo. Es inútil, además. Los datos de Unicef, que tenemos todos, indican que el 6% de los delitos son cometidos por menores, 500 o 600 de las 16 mil rapiñas al año son atribuidas a menores y 800 de las 11 mil personas privadas de libertad son menores ¿Qué me expliquen cómo modificando esta norma vamos a generar un impacto en las condiciones de seguridad del país?", expresó.

Mieres agregó que jurídicamente era "equivocado". "Poner en la Constitución de la República una norma de este tipo es realmente insólito y darle al juez la potestad de decidir el estatuto jurídico de las personas es inconstitucional, valga la redundancia. En definitiva, es el juez el que va a decidir si la persona va a ser tratada como menor o como adulto. Nunca escuché una cosa así, es profundamente disparatada", afirmó.

Luego de esta intervención de Mieres, Lacalle Pou se refirió al tema, pero inmediatamente le pasó la posta a Bordaberry. "Pablo (Mieres) no está del todo bien informado, porque el Partido Nacional presentó hace más de un año un proyecto otorgando derechos, no solo obligaciones. Siempre lo hemos sostenido y actuamos en consecuencia. Y tampoco es cierto que nunca se había escuchado la inimputabilidad relativa, por lo menos, tengo registro del escribano Dardo Ortiz cuando era senador en el año 86. Pero no sé por qué me parece que Bordaberry se va a encargar de eso también, así que le voy a dejar un ratito", dijo.

Y Bordaberry respondió cuando fue su turno de hacer el resumen final. "Me encontré con cosas que pensé que no podía, como por ejemplo, que me digan que una norma que se incluye en la Constitución va a ser inconstitucional. Creo que se levanta (Hans) Kelsen y le da un infarto seguro, porque si está en la Constitución, ¿cómo va a ser inconstitucional? Es decir, inconstitucional es respecto de la Constitución y si tiene el mismo rango no debería serlo. Son principios básicos, me parece", dijo.

Además, el candidato colorado sostuvo que lo más importante de la reforma era la primera oración. "No es solamente la baja o la creación del instituto de rehabilitación o el mantenimiento de los antecedentes de los menores que delinquen. Es la orientación de la política de seguridad, que tiene que estar orientada no a defender al delincuente, sino a cuidar al honesto, al que trabaja, al que paga sus impuestos. No al que delinque", agregó.

Vega, Abella y Fernández en contra de la baja

César Vega, el candidato del Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI), recordó que en la convención de su partido se votó en contra de la baja. "Si empezamos a bajar la edad, pero sabiendo que los jóvenes son imputables antes de los 18, vamos a terminar poniendo la edad en 10 años", dijo.

Rafael Fernández, el candidato trotskista del Partido de los Trabajadores, recordó a "Guillermo Machado, un joven que murió en una comisaría, luego de una razia en el año 88, a Fernando Morroni, que murió en la masacre del Hospital Filtro en 1994" y a un joven de 19 años que murió en el incendio en la cárcel de Rocha. "Son todos jóvenes, alguno puede haber cometido alguna falta, pero todos jóvenes que son víctimas de una política represiva. Cuánto más se insiste desde el Estado, de los partidos políticos, en el fenómeno de la inseguridad, más inseguridad se vive en los barrios populares, más inseguridad viven los jóvenes que son las primeras víctimas que viven en carne propia este grito de la inseguridad, muchas veces, pagando con su vida", señaló.

Gonzalo Abella, el candidato de Asamblea Popular, habló de la violencia contra los menores y dijo que la medida era "barrer para abajo de la alfombra, como se hace en el Sirpa". "Tapar los problemas, que por cierto no son culpa del Frente Amplio, sólo tuvo el mérito de acentuarlos. A toda esta problemática se suman los prejuicios, que se han manejado demagógicamente. Por ejemplo, que la minoridad es el problema. Hay 700 infractores graves menores de 18 años en todo el país, pero todos sabemos que las mafias, los que trabajan el delito no son menores. Son la réplica por abajo de los mayores impunes que están arriba. Hay que ver el hacinamiento del que no se habla, las condiciones de tortura a las que están sometidos en el Sirpa. Y hay otra forma de violencia de la que no se habla: tenemos el suicidio adolescente más alto del continente. Las cifras son horrendas y nadie menciona este tema, porque es un dedo acusador a todo el sistema", afirmó.