Vázquez Delgado es oncólogo, tiene 48 años, está casado y es padre de cuatro hijos. En nota con La República, dijo que en la campaña se dice que no hay que mirar tanto para atrás pero que “no nos podemos proyectar si no sabemos de dónde venimos”.
“El Frente Amplio llegó para transformar la vida de los uruguayos, no para darles un pequeño y coyuntural cambio”, dijo Vázquez y agregó que el cambio es “tangible” en la “esperanza que hoy tiene la gente” y que antes “había perdido”.
Para el candidato del PDC los gobiernos de Tabaré Vázquez y José Mujica “han sido estructuralmente revolucionarios” y explicó que “se trabajó con inteligencia, con esfuerzo, con visión de futuro”. Agregó que “no existe en el país un proyecto alternativo que mejore la propuesta del FA”.
Vázquez Delgado defendió su sector político. “Aportamos los valores del Humanismo Cristiano en este crisol de pluralidad que le da una riqueza impresionante a la organización política”, señaló.
“No somos una organización confesional aunque obviamente la gran mayoría somos cristianos. Pero también hay compañeros ateos, agnósticos, etc. Creo que el elemento central es el pensamiento humanista cristiano y sus valores los que atraen”, dijo Vázquez Delgado a La República. Agregó que son importantes “las políticas de desarrollo de las familias, el valor de la convivencia, de la perseverancia ante los problemas, el convivir y desearlo”.
Si llega al Parlamento adelantó que pondrá énfasis en “los ámbitos de recreación y formación en familia”. Comentó que “las diferentes religiones juegan un rol importante. Hemos visto cómo las pastorales de cárceles recuperan a muchos de los reclusos fomentando la apertura religiosa y el trabajo, la honestidad, la colaboración. Creo que también puede funcionar con los grupos familiares”.
Dijo que hay que formar institutos especializados por barrios desde el Mides para crear nuevos ámbitos desde la niñez, las escuelas de tiempo completo con asistencia a los padres, la formación y la lectura, la convivencia, el juego, la distracción son herramientas eficaces. “Pero nada sustituye el contacto personal con el menor. También un régimen punitivo progresivo y moderado con educación”, explicó.
Invocó al papa Francisco y habló de combatir “la cultura del descarte” y de “institucionalizar la palabra solidaridad y atención al otro”.
Dijo que luchará para que “el ser humano no sea material descartable en ninguna de las etapas de su vida” y adelantó que se interesará “por los más necesitados, la pobreza, los enfermos, los solos, los discapacitados, los que menos oportunidades de ser más seres humanos poseen, porque la vida los ha golpeado”.
También dijo que trabajará “cerca de los jóvenes que quieren formar familia o simplemente independizarse y no logran aún las condiciones necesarias y las familias que, si bien tienen ganas de crecer, necesitan un empujoncito más en cuanto a las condiciones necesarias para hacerlo”.
“En nuestra profesión hemos aprendido a estar cerca del que sufre. Al final de cuentas si la vida no pasa por allí… ¿por dónde pasa?”, se preguntó.
