La gente se para sobre las hileras de la tribuna principal del Roberto. Los más veteranos agitan sus gorros, muchos se abrazan entre sí. Detrás del arco los más jóvenes saltan y cantan mientras agitan las banderas.
En la cancha se besa el escudo Juan Pablo Rodríguez y llora Jorge Contreras, que este domingo cumple 43 años.
Racing vive un sueño perfecto. Volvió a ganar y sigue como único puntero del Apertura cumplidas seis fechas. Esta vez derrotó a Tacuarembó con un gol agónico. De nuevo, como ante Wanderers, el grito nació en un centro cerrado de Rodríguez que un rival mandó al fondo del arco. Iban 45 minutos del segundo tiempo.
Antes, Racing había hecho méritos para ganarlo. Fue el protagonista durante el segundo tiempo. Jugó bien, utilizó las bandas, progresó con orden. Pero no había podido ganarlo. Hasta que llegó el centro de Juan Pablo.
Poco importa cómo termine esta historia. Los hinchas de la Escuelita están decididos a disfrutar del presente, a vivir el éxtasis de ver a su equipo salir a jugar para ganar.
