Musto fue dirigida por China Zorrilla en los 90 en la obra “Ha llegado un inspector”, del autor británico John Boynton Priestley.
“Era un honor trabajar con ella y que me seleccionara para ese papel”, contó. Añadió que, como directora, Zorrilla “era divertida y te daba mucha libertad actoral, te dejaba ser”. Para Musto, Zorrilla “te hacía compartir la alegría de estar trabajando con ella. Era muy disfrutable”.
Indicó que la difunta actriz era “divina, una artista con un carisma único, adorable, una delicia de persona”. Además, apuntó que la consideraba una mujer muy generosa. Relató cómo, un día, se enteró que China le pagaba la manutención a una señora que sólo era conocida suya.
Remarcó, también, el carácter auténtico de la actriz. “Todas esas anécdotas que hacía y que le rendían tanto, las hacía públicamente, en un ensayo o a una persona que encontraba por la calle. Era siempre así, una persona con un profundo sentido humano”, comentó.
Como reflexión final sobre su ex compañera, Musto indicó: “la vida era una fiesta cuando estabas con ella”.
