Mujica dijo durante su discurso en la Rural de El Prado que nadie le reconoce un logro, pero que se lo van a reconocer "dentro de unos años, cuando reviente".
"Nunca el país ha tenido el reconocimiento internacional que tiene hoy y este presidente, a cualquier lugar a donde va le abren la puerta. Y no se lo regaló nadie y eso le ha servido al Uruguay para amplificar el negocio y la penetración", señaló el presidente.
"Entiéndase bien, el país no empezó con nosotros. Ha ido con sus dolores construyendo ciertos acuerdos tácitos nacionales, que no los escribe en ningún papel y nunca los pone como acordados. Pero esta tribuna sería imposible en otro país de América Latina y acá hay de todos los pelos. Este es el mayor capital que tiene el Uruguay, que nunca lo olvidemos", agrego.
El presidente relacionó esto con la campaña electoral y dijo que "las afirmaciones calurosas de la campaña electoral son cuestiones humanas, pero hay que sacarle el IVA". "Porque pasadas las elecciones, el país espera de todos nosotros y hay que seguir marchando", afirmó.
La elección de Aguerre "la costó dolores de cabeza"
Mujica habló sobre las contradicciones que implica la tarea de gobernar. "Las clases sociales existen y las diferencias como consecuencia de ello, los puntos de vista y contradicciones. Hay que aprender a convivir con ello. No tengo empacho en reconocer que mi corazón de paisano pertenece a la agricultura familiar, a los peones rurales de este país. Pero cuando uno tiene que gobernar tiene la obligación de darse cuenta que este país tiene una honda dependencia de la capacidad de exportar y eso es toda la rama de la agricultura empresarial", afirmó.
El presidente dijo que por eso eligió a Tabaré Aguerre como ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca. "No fue cuestión de abandonar la agricultura familiar. Es comprender el papel de la marcha empresarial. Por eso elegí un ministro que me costó dolores de cabeza del punto de vista interno, pero quería dar seguridad, no simpatía, porque no espero reconocimiento jamás, porque por encima de esta tribuna están los intereses del país.
Mujica se despidió, dijo que era un hombre de combate y pidió "básica unidad nacional". "Somos cuatro gatos locos", expresó.
