Entre “la positiva” y no decir que “está todo bien”

Luis Lacalle retomó el discurso “por la positiva” luego de una semana con cruce de declaraciones y comunicados con el PIT-CNT y la acusación a Vázquez de ser el responsable “del caos” en la campaña. En San Luis, ante unas 400 personas, Lacalle dijo que van a discutir e intercambiar porque “una campaña por la positiva no es decir que está todo bien”.

Actualizado: 31 de agosto de 2014 —  Por: Redacción 180

Entre “la positiva” y no decir que “está todo bien”

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Matilde tiene unos 50 años y el pelo de un color rojo intenso, casi impropio para un acto del Partido Nacional. Fue una de las primeras en abordar a Lacalle cuando llegó a San Luis, en el kilómetro 62 de la ruta Interbalnearia. “¿Todo bien Matilde?”, le dijo Lacalle con esa impronta de su padre, de saludar uno por uno y recordar el nombre de muchos de sus militantes.

Matilde no solo estaba bien, estaba eufórica y quería fotos con Lacalle. Y quería que las dos adolescentes que la acompañaban se sacaran fotos también. Lo logró y después le comentó a ellas, entre risas, mientras miraban emocionadas las fotos en el celular: “¿quién se va a querer sacar una foto con Tabaré Vázquez?”

Jorge Larrañaga había llegado hacía rato cuando arribó Lacalle. Pero pasó casi desapercibido. Los militantes se le acercaban pero de a poco, tranquilos.

Larrañaga fue el primero en hablar y dijo que le preguntan por qué bajó el tono de su discurso político. Señaló que lo hizo porque la realidad “tiene que ir de la mano de la responsabilidad” y que no ve enemigos en los otros partidos, solo adversarios. Larrañaga dijo que cuando le preguntan cómo van en la campaña él responde: bien y mejorando. “Esto deja contentos a los amigos y calientes a los adversarios”.

Lacalle se subió a una silla para hablar. Rodeado por Larrañaga, el diputado local Daniel Peña y el edil de Canelones Juan Alfonso Lereté, dio un discurso de un 15 minutos donde se refirió brevemente a algunas aspectos locales como la pesca artesanal. Pero puso el foco en educación y, sobre todo en la estrategia de campaña “por la positiva”.

Lacalle dijo que a la campaña del Partido Nacional la identifica la sonrisa, la alegría, pero que “ser positivo también significa ser crítico”. Explicó su estrategia y dijo que van a tener “que intercambiar y discutir porque una campaña por la positiva no es decir que está todo bien”. Pero señaló que lo que “está bien no lo van a criticar por criticar”.

Luego se dirigió a Larrañaga, que lo miraba desde abajo. “Ver aquí gente sonriente indica que estamos en el buen rumbo, Jorge. No se quiere más estridencias, no se quiere dientes apretados, no se quiere guardia levantada, no se quiere agresión”.

Cuando habló de educación puso el ejemplo de la economía para lograr acuerdos. Señaló que a fines de los 80 y principios de los 90 se hablaba de no pago de la deuda externa y fuera FMI. “Apuesto a que no se ve un muro pintado con no pago a la deuda hoy en día”, dijo.

Lacalle cree que se llegó a consensos y que eso podría trasladarse a la educación. En ese punto dijo que el gobierno del Partido Nacional va a continuar con las escuelas de tiempo completo y el Plan Ceibal porque su colectividad no “no tiene complejos refundacionales”.

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