Los motivos que cita R&I para que Uruguay permanezca creciendo a pesar de la “agitación actual en Argentina” son “el reciente comienzo de actividades de una gran fábrica de pulpa de celulosa (en alusión a la instalación de Montes del Plata) y proyectos de inversión en infraestructura relacionados con la minería (Aratiry)”.
Añade que hay un “estable clima de negocios avalado por los inversores” en el país y que se han destacado muy especialmente las inversiones extranjeras en el sector logístico.
Agregan que “se espera que el déficit en cuenta corriente se mantenga alto”. A pesar de ello, “no hay grandes preocupaciones en cuanto a la posición externa dado los considerables niveles de reservas acumulados”.
El informe menciona que “un crecimiento económico estable requerirá que el gobierno sea capaz de mantener la inflación bajo control”. La empresa prestará atención “a la capacidad del gobierno para controlar adecuadamente las expectativas inflacionarias a través de los cambios operados en el marco de la política monetaria y las fórmulas de fijación de salarios”.
Se indicó que la disminución del crecimiento de los salarios reales por el progresivo aumento en la tasa de inflación “pueden pesar en la evolución del consumo privado”.
R&I consideró que Uruguay debe frenar el crecimiento de los gastos corrientes y expandir los ingresos tributarios para poder reducir el déficit fiscal. Además, añadieron que “las miradas estarán puestas en la posición fiscal que adopte el gobierno que se conforme tras las elecciones”.
Según la empresa “la estructura de balance de pagos de Uruguay es estable en términos generales”.
“A pesar de que la afluencia de capitales hacia emprendimientos inmobiliarios y otros proyectos puede estancarse ante la incertidumbre económica en Argentina, R&I cree que el riesgo de que la economía del Uruguay se desestabilice en términos de posición externa es limitado”, finaliza diciendo el informe.
