Un invierno más benévolo y la formación de "un nuevo Niño"

Madeleine Renom y Marcelo Barreiro, investigadores del Departamento de Ciencias de la Atmósfera de Facultad de Ciencias, estuvieron en No toquen nada y explicaron los motivos de la ola de calor que se vivió en Uruguay durante la semana y las razones de un invierno más caluroso de lo normal.

Actualizado: 24 de agosto de 2014 —  Por: Redacción 180

Un invierno más benévolo y la formación de "un nuevo Niño"

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Joel Rosenberg: Uno tiene la sensación de que es un invierno benévolo. Para no quedarnos sólo con esta sensación ciudadana, ¿cuáles son los datos?

Madeleine Renom: En general, entre mayo y julio, la temperatura tuvo casi que un grado por encima de lo normal. Más que olas de frío, las hubo de calor, dentro de lo que es el invierno. La última fue hasta el 26 de julio. Después, hubo unos días de frío y luego levantó nuevamente la temperatura. Ahora, estamos en lo que llamamos un bloqueo.

JR: ¿Así le llaman a lo que le decimos “veranillo”?

MR: (Risas) Estamos en una situación de bloqueo que viene desde Australia hasta Sudamérica. Es un sistema de alta presión que trae aire cálido y húmedo. Ahora está muy lindo de día pero cuando baja el sol se pone muy húmedo. Eso llega desde Brasil, desde el norte.

JR: Hay un cambio fuerte a las seis o siete de la tarde por la humedad.

MR: Sí, mismo en la mañana está todo súper húmedo. Pero está trayendo ese aire cálido y húmedo que estamos teniendo y el sistema de alta presión que no permite generar nubosidad. Eso se termina el fin de semana.

JR: Pero eso es puntual, lo otro es más general: hay una temperatura un grado más alto que lo habitual en esta época del año. Por lo menos, de mayo a junio. ¿Eso estaba dentro de las previsiones que realizan ustedes junto con el Instituto de Meteorología?

Marcelo Barreiro: Sí, esta fue una buena predicción. No podemos decir siempre lo mismo pero, esta vez, habíamos previsto que habría mayor probabilidad de que las temperaturas estuvieran por encima de lo normal. Es como decía Madeleine, entre 0,5 y 1 grado por encima.

JR: Es poquito cuando lo dicen así. No parece mucho pero se nota.

MB: Es verdad. Estamos hablando de la media trimestral. Evidentemente, hay días que son mucho más cálidos que estos y otros más fríos. A nivel de climatología, para nuestra región, de 0,5 a 1 grado es un monto importante.

JR: ¿Esto lo encontramos dentro de la variabilidad habitual?

MB: Sí, está dentro de los cánones normales. No hay nada de lo que asustarse ni de lo que alegrarse. La precipitación estuvo, más o menos, dentro de lo normal, con un poco más de lluvias por encima de lo normal hacia el oeste del país. No fueron cambios muy grandes: un 10 o 20% más en el suroeste.

JR: Bien. Hablemos de El Niño. Expliquemos primero de qué se trata, cómo se forma y lo que puede originar y luego cuentan en qué está ese fenómeno.

MB: El Niño, este año, ha sido de lo más interesante para seguir. Es ese aumento de temperaturas anómalo que ocurre en el Pacífico ecuatorial. Ya el año pasado hubo un grupo de investigación que dijo que este año iba a desarrollar un Niño. Eso es muy raro, porque el Niño no tiene, generalmente, una predicción mayor a los seis meses. Este grupo lo predijo en setiembre de 2013 y dijo: “en octubre de 2014 va a haber un Niño”. Eso llamó mucho la atención. En enero de este año, se empezaron a desarrollar en el océano las condiciones para generar un niño en el 2014.

JR: ¿De dónde eran los investigadores?

MB: De Israel y Estados Unidos. Al principio de 2014 se empezaron a generar las condiciones en el océano para que se dé un Niño y ya en abril-mayo había un calentamiento bastante pronunciado de las temperaturas en el este del Pacífico. Sin embargo, la atmósfera no respondió a ese calentamiento. Para que se desarrolle un Niño es necesario que haya un acoplamiento estrecho entre la atmósfera y el océano. El calentamiento disminuyó desde mayo a la fecha y hoy día hay uno pequeño solo en el este.

JR: ¿Qué condiciones tiene que tener la atmósfera?

MB: Tiene que cambiar los vientos en superficie y ayudar al desarrollo de esa anomalía cálida de agua en el Pacífico Este.

Ricardo Leiva: La acumulación de agua evaporada, digamos.

MB: Claro, tiene que tratar de disminuir la evaporación del océano de una forma en que este se caliente un poco más. Que se vaya calentando y fortaleciendo. A su vez, el cambio en los vientos deja de traer aguas frías desde la sub-superficie, entonces el agua caliente se sigue calentando cada vez más. Esta vez, no ocurrió eso. La atmósfera no respondió y las temperaturas de superficie del mar empezaron a disminuir desde mayo a la fecha. Cerca de abril-mayo, la evolución del Niño era similar a la del Niño de 1997-1998, el más grande de todo el siglo XX. Hubo muchos medios mundiales que dijeron que este Niño iba a ser igual a ese, lo que creó una especie de paranoia. Lo que faltó tomar en cuenta es que la predictibilidad del Niño tiene un quiebre en abril-mayo llamada la “barrera de primavera” –por el hemisferio Norte- y en febrero es muy difícil predecir lo que va a ocurrir en el Pacífico ecuatorial pasado abril-mayo. Eso fue lo que pasó. Se basaron en las condiciones de febrero-marzo para predecir un Niño y las cosas no funcionaron.

Joel Rosenberg: La alarma ahora desapareció.

MB: Hoy tenemos condiciones neutras de Niño. Pero en el Pacífico Este se están generando de vuelta las condiciones para que se dé un Niño a fin de primavera y comienzos del verano.

JR: ¿Es lo mismo que se genere ahí o es distinto?

MB: Es otro Niño. Los Niños son todos diferentes (risas).

JR: Impacta en otro momento, obviamente.

MB: Claro y la amplitud de este Niño -si ocurre- va a ser moderada.

Ricardo Leiva: ¿Corremos riesgo de repetir un invierno con una segunda mitad tan húmeda como la anterior, a causa de ese Niño? ¿O ya es predecir demasiado?

MB: Primero, tiene que desarrollarse el Niño. Estamos a mediados de invierno. Si se llega a desarrollar uno a fines de la primavera, hay varios pronósticos que ya están dando -basados en ese posible Niño- lluvias por encima de lo normal para octubre-noviembre-diciembre o noviembre-diciembre-enero.

Joel Rosenberg: Ayer, buscando información en Internet, veía que sigue apareciendo que el Niño es un fenómeno que se va a venir fuerte este año. Pero esto cambió y mucho. Incluso, aparece este posible nuevo Niño. Si no entendés bien la cronología y los momentos, te pueden marear. Lo que está claro es que el Niño siempre trae más lluvias, ¿o no?

MB: En promedio, estadísticamente, en octubre-noviembre-diciembre hay más lluvias de lo normal. Sobre todo, en el norte del país y el sur de Brasil.

JR: Perspectivas climáticas para el trimestre agosto-setiembre-octubre. ¿Cómo son hoy?

MB: Les estamos dando un sesgo, nuevamente, de que haya mayores posibilidades de que las temperaturas estén por encima de lo normal en ese período. Nosotros damos un sesgo leve. Hemos visto otros sitios web que dan sesgos muy grandes hacia temperaturas por encima de lo normal.

JR: Cuando decís leve, ¿a cuánto te referís? ¿Un grado como ahora?

MB: Estamos hablando de probabilidad, un 45%, más o menos. La climatología sería 33%. Hay tres categorías: por encima, medio o por debajo. Cada uno tiene 33% de probabilidad. Nosotros damos 45% -para que esté por encima de lo normal-, 35% y 20%. Ahí es donde está el sesgo. Después, en precipitación, estamos dando un 40%, 30% y 30%, un poquito por encima de lo normal pero con bastante menor probabilidad diría yo.

JR: Lo del año pasado fue un fenómeno particular, diferente. Aquel diciembre seco y enero lluvioso.

Madeleine Renom: Sí, sobre todo desde mitad de enero y principios de febrero. Fue algo más regional, que también aporta a la variabilidad climática de la región, pero fue una configuración más del continente sudamericano. Lo mismo se dio ahora en junio con las precipitaciones intensas que se dieron al sur de Brasil, que después dieron las inundaciones, fue una interacción entre un Niño y el Atlántico que estaba muy caliente. Éste tenía una anomalía bastante importante que generó esas lluvias en el sur de Brasil.

JR: ¿Había Niño ahí?

MR: Era junio. Había una señal pero no era todo Niño.

JR: O era un Niño muy moderado para generar tanta lluvia, digamos.

Marcelo Barreiro: Claro, Niño es un poco diferente a que las temperaturas del Pacífico estén cálidas. Para ser Niño tienen que estar cálidas por encima de cierto umbral y durante cierto período de tiempo. Estuvieron cálidas durante un par de meses y justo fue en abril-mayo que coincidió con las lluvias del sur de Brasil. Hicimos experimentos numéricos con modelos para determinar si esas lluvias eran las que después llegaron acá. Encontramos que no fue influencia sólo del Niño y que, aparentemente, una anomalía de temperatura que ha estado persistente durante los últimos meses y que podría haber jugado un rol, son las aguas al suroeste del Atlántico, es decir, al lado de Uruguay y el sur de Brasil, donde ha estado muy cálido durante los últimos meses. ¿Cuál es el rol de esa anomalía? Todavía lo estamos estudiando pero es probable que haya jugado un rol en esa lluvia también.

JR: Son fenómenos diferentes entonces.

Madeleine Renom: Siempre se habla del Niño para la predictabilidad porque es una buena fuente de ello pero, también, hay que ir siguiéndola. No es un decreto de ley. Todo esto cambió, es dinámico. Por lo cual es muy aventurado hacer como alguna gente que desde marzo decía cómo iba a ser la primavera y el verano 2014/2015. Es muy riesgoso porque esto cambia como cambió ahora y ya la situación es otra.

JR: ¿Cuándo cambia esta realidad que tenemos de calor? ¿Cuándo se quiebra y por qué?

MR: A partir de mañana (jueves) se empieza a ver una inestabilidad, puede haber chaparrones, que empiece a llover. El domingo ya es una situación más clara de lluvia en todo el país. Empieza por el sur y suroeste. La Noche de la Nostalgia va a estar complicada, con agua y la caída fuerte de la temperatura queda más para el lunes. Ya pasó el frente, rotan los vientos y volvemos a la temperatura de la época.

JR: Entre setiembre y octubre nos hemos habituado a las alertas naranjas y rojas. Es un fenómeno que tiene que ver con el momento del año también, ¿o no?

MR: La primavera, climáticamente, es la época de los ciclos extratropicales que afectan el sur, las zonas costeras del país.

JR: O sea que como otros lugares tienen la época de los huracanes, nosotros podemos que tenemos esta.

Marcelo Barreiro: En realidad, ocurren todo el año pero hay mayor frecuencia en ciertas épocas del año, obviamente. De hecho, lo que va a ocurrir entre domingo y lunes va a ser, justamente, el desarrollo de un ciclón extratropical en esta región. Ahí surgen los problemas al predecir cuán pequeño será, cuándo se va a desarrollar y dónde. Eso es realmente el problema de la predicción del tiempo.

JR: Muchas veces no se desarrollan en el territorio y no lo sentís.

MB: El punto de desarrollo, generalmente, es a la salida de las costas de Rocha. Ahí es donde hay un máximo histórico de desarrollo de ciclones extratropicales. Eso tiene razón de ser. A veces es bueno entender por qué es tan difícil predecir el tiempo. ¿Cuál es el problema acá? ¿Por qué se desarrolla ese ciclón? Por lo que ocurre en la alta atmósfera, es decir, a diez kilómetros de altura. En los últimos 15 días, parte del bloqueo que mencionaba Madeleine no permitía que las perturbaciones atmosféricas pasaran por encima de nuestro país. Hoy en día, ese bloqueo se está debilitando. Entonces, lo que va a entrar es una ondulación de los vientos intensos en la alta atmósfera, que generará una divergencia en altura. Esto hace que la masa salga para todos los costados. Si tenés un agujero en la altura tenés que llenarlo con algo. ¿Cómo lo hacés? Subiendo aire. Cuando esto sucede, se desarrolla un ciclón en superficie. Ese ciclón es el que genera los vientos fuertes y la entrada de aire frío desde el suroeste. Para poder entender lo que va a pasar acá en los últimos días, tenés que ver el movimiento de lo que va a pasar en la alta atmósfera y cómo eso va a redundar sobre la superficie. Es decir: cómo se va a desarrollar el cicloncito, dónde, y a qué velocidad se van a ir desarrollando todos estos procesos. Ese es el problema de la predicción de los próximos cuatro días. Diferentes modelos los resumen en diferentes formas y por eso está esa incertidumbre en la predicción

JR: Claro, no es que cada uno diga lo que se le antoja sino que cada uno toma modelos diferentes.

MB: Son distintos modelos que te resuelven esa problemática de forma diferente. Son modelos, aproximaciones de la realidad.