Los jóvenes, esos inadaptados

Al final el escándalo nacional desatado por la no inscripción de los jóvenes en la Corte Electoral, terminó en que entre un 2 y un 5% de quienes debían sacar la credencial no lo hicieron. Eran 250.000 los que debían anotarse a partir de 2010 y unos miles no lo hicieron. Nada grave. Pero el incidente volvió a mostrar una sociedad que no sabe sino señalar y acusar a los jóvenes que, porfiados, no se dan cuenta de cuán bueno es el mundo adulto.

Actualizado: 04 de agosto de 2014 —  Por: Redacción 180

Los jóvenes, esos inadaptados

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En un país que este año seguramente decida bajar la edad de imputabilidad y que permanentemente consolida discursos condenatorios hacia los jóvenes, ahora también les achacamos la falta de compromiso con la democracia.
Una democracia que cada vez que los aborda es para señalarlos con el dedo y que sistemáticamente se ha encargado de hacerles muy difícil llegar a los ámbitos de decisión.
Como sucede en cada cierre de padrón electoral, estos días hubo miles de jóvenes que se "boludearon" y no llegaron a inscribirse en la Corte Electoral.
Resultado: no podrán votar en las elecciones de octubre.
En el caso que estudien, deban dar exámenes o intenten postularse a un puesto público, tendrán problemas para hacerlo o directamente no podrán.
Punto.
Uruguayez total.
Como hacemos en todas las edades los uruguayos, dejaron las cosas para último momento, estiraron los plazos a límites absurdos y demoraron demasiado la decisión.
Si lo hacen los políticos, ¿por qué no lo podrían hacer los jóvenes?Ya a comienzos de año las autoridades de la Corte Electoral advertían de los 20.
000 adolescentes que no habían iniciado el trámite para poder votar.
Finalmente, en el período vencido este 15 de abril, unos 15.
000 se anotaron y en octubre podrán votar.
Aunque los números no están claros, según estiman los ministros de la Corte, entre un 2 y un 5% de los habilitados para anotarse, no lo hicieron.
Mientras el tiempo transcurría se habló de que crece la apatía respecto a la política.
Y puede ser.
Pero al hablar de esa apatía la mayoría de los discursos les adjudica responsabilidad a los jóvenes.
"¿Cómo no se interesan por nosotros que somos tan interesantes?", parecen decir.
Luego de días de hablar y titular en los medios con ese desinterés, Wilfredo Giménez, de la Junta Electoral de Montevideo, dijo a El País que en realidad en este período se inscribieron más jóvenes que en oportunidades anteriores.
Esto por los planes del Ministerio de Desarrollo Social.
No por el interés en la política.
El caso no debería pasar de la anécdota de la centena de "boludos" que, después de un período de cuatro años para poder registrarse, reclamó que se extendiera el plazo con un corte de la calle Uruguay por unos minutos.
Pero nuevamente apareció el discurso de los "ni - ni".
El País agregó un tercer "ni": "Ni estudian, ni trabajan, ni votan".
"¡Y roban!", podría completar algún lector desprevenido.
Quizás como sociedad convendría pensar en cómo acercar más jóvenes a la política, cómo lograr que haya más jóvenes en el Parlamento, en las juntas departamentales y, ¿por qué no?, en el Poder Ejecutivo.
También podríamos rever la ridiculez de tener que hacer dos trámites, uno por la cédula identidad y otro para votar.
No digo eliminar la Credencial Cívica porque las garantías que debe dar la Corte Electoral justifican el registro aparte de los electores.
Pero no es una locura pensar en un trámite que pudiera ser simultáneo cuando los adolescentes se acercan a los 18 años.
En cambio volvimos a hablar de los "ni - ni".
Y otra vez los jóvenes son responsables de no darse cuenta de lo atractivo que es el sistema para ellos.