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Uruguay tuvo un papel clave en las negociaciones para la aprobación de tratado.
Una de las diputadas que participó en las instancias de negociación en la ONU fue Daisy Tourné.
"En el mundo existe trazabilidad para cualquier cosa.
Para el ganado, para células, para los vegetales, las importaciones, las exportaciones, para lo que se te ocurra.
Lo único que no era controlable era el comercio de armas", expresó Tourné.
"El tratado que comenzamos a ratificar, porque falta la Cámara de Senadores, establece un marco universal para tráfico lícito e ilícito de armas.
Por fin conseguimos una herramienta que de alguna manera, una vez que se ratifique por 50 países, comience a ser ley en el mundo", agregó.
La diputada dijo que sería importante que Uruguay apruebe con rapidez este proyecto para ser parte de esos 50 países que lo aprueben para que entre en vigencia.
El proyecto pasó a la Cámara de Senadores que también tiene un proyecto de regulación del mercado de armas a nivel nacional.
"Esperemos que en el Senado se vote y que también se dé cumplimiento del artículo 5 del Tratado, que pide legislación nacional en el tema tráfico.
Diputados tiene desde el año pasado aprobado un excelente proyecto sobre el tema tráfico de armas enviado por el Ejecutivo y mejorado en Diputados.
Esperemos que ya que van a votar la ratificación voten también la ley nacional, y estaremos cumpliendo doblemente", dijo Tourné.
Si bien el proyecto se votó por unanimidad, la diputada reconoció que existen resistencias a la hora de legislar sobre el tema de las armas.
"En el mundo pasaron siete años para lograr un tratado.
Los lobbies armamentistas, los lobbies de los comercios de armas son pesados y fuertes.
Pero además hay concepciones ideológicas.
Hay gente transversalmente en todos los partidos que cree que un tratado que de alguna manera ordene el comercio limita la capacidad de defenderse de los pueblos", dijo.
"Es un tema que no se estudia a profundidad, que no solemos manejar los legisladores y legisladoras, que la dejamos muy en manos de los militares y la policía, cuando en realidad es un gran problema civil porque casi el 70% de las armas en el mundo y en nuestro país están en manos de civiles", concluyó.