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"Desafortunadamente, hasta ahora, las negociaciones no ha fructificado así que la guerra continúa", dijo Rosende sobre el conflicto que ya ha superado a la guerra de Bosnia en la que en cinco años murieron 100.
000 personas.
Rosende explica la importancia del conflicto a través del efecto que tiene sobre sus países vecinos.
"No solamente involucra a Siria sino al Líbano, Irak y el sur de Turquía.
Es una zona muy importante: una de las las principales reservas petroleras del mundo están allí, está la zona mediterránea, es cerca de Europa.
Por todo esto, el conflicto toma una escala mundial", indicó.
Para él, el conflicto no sólo no se apacigua sino que ve "manifestaciones muy claras de deterioro".
Entiende que "el tipo de violencia se vuelve cada vez más perverso" ya que comenzó como una lucha política entre el presidente actual y la oposición pero "está adquiriendo rasgos sectarios".
Añadió que "comienzan a enfrentarse por razones de identidad, como el grupo étnico o la religión a la que pertenecen: cristianos atacados porque son cristianos, suníes porque son suníes.
La división no es solamente la gente que está en el gobierno y la que no.
La mentalidad religiosa y racial pasa a ser un elemento de confrontación".
Explicó que para los ciudadanos comunes "había una expectativa muy grande de que el dialogo (entre las partes) se diera.
Ha sido una enorme decepción porque la gente sigue sometida a la guerra".
Dijo que la población tuvo la necesidad de aferrarse a una esperanza que, lamentablemente, no fructificó".
Añadió que "se va a seguir insistiendo con las negociaciones pero, hasta ahora, las partes no han tenido la madurez suficiente para llegar a un acuerdo.
Las negociaciones de paz tardan tiempo.
No es cuestión de una semana o un mes de diálogos".
Agregó que "hay que moderar las expectativa porque estas cosas tardan tiempo".
Acerca de su tarea humanitaria, confesó que es imposible llegar a los nueve millones de necesitados.
A veces, consiguen asistir a la mitad y, otras veces, a algunos más.
"Acá es claro que la solución política no va a llegar.
Entonces, se trata de disminuir el sufrimiento de la población", comentó.
Una de las cosas que les implican mayores esfuerzos es negociar con todas las partes ya que la oposición está muy fragmentada en distintos grupos.
Rosende dijo que es un escenario típico de lo que son las "nuevas guerras".
"El viejo esquema de la Guerra Fría de dos bandos enfrentados, un gobierno peleando contra una guerrilla ya no existe.
Ahora hay conflictos caóticos, anárquicos, con una cantidad de distintos grupos.
Negociar con esa miríada de distintos grupos se hace difícil pero es parte del trabajo", indicó.
Finalmente, sobre el compromiso para la destrucción de armas químicas, aseguró que "se ha avanzado en la implementación del acuerdo".
Dijo que si bien, muchas han sido identificadas y destruidas, aún queda un remanente.
"La ONU tiene un grupo especial de personas trabajando en particular en esa tarea.
Se espera que en unas semanas el trabajo del grupo concluya y se podrá ver el resultado final", expresó Rosende.