El Área de Defensa del Consumidor, que funciona en la Dirección General de Comercio del Ministerio de Economía ofrece un Sistema de Información de Precios que funciona desde el año 2002.
Uno de los encargados es Rafael La Buonora, quien contó a No toquen nada que la herramienta nació "en una forma un poco primitiva" hace 12 años, cuando los datos se relevaban a mano por parte de inspectores que salían a las calles con planillas.
Hace dos años, con fondos de Agesic, comenzó a funcionar la nueva versión del sistema que incluye datos abiertos y herramientas de comparación de precios y establecimientos.
El SIPC informa de forma quincenal y mensual sobre la variación de los precios de los productos básicos. En febrero, por ejemplo, la canasta aumentó 1,53% respecto al mes anterior.
El sistema está regulado por un decreto que obliga a los establecimientos con más de tres cajas a enviar la información. "Hay dos categorías: los que pertenecen a grandes cadenas declaran dos veces por mes en forma quincenal; y los más chicos o que no pertenecen a cadenas declaran una vez por mes", explicó La Buonora.
El último informe abarcó 330 establecimientos comerciales y 153 productos/marcas representativas de 62 artículos de almacén.
Para definir los productos a analizar "se hizo un relevamiento y se le preguntó a los establecimientos cuáles eran las marcas que más se vendían".
El objetivo de la canasta, que está integrada por 24 artículos, es "tener un indicador que pudiera resumir la información disponible".
La página web del SIPC permite construir una canasta personalizada y consultar el mejor precio de un producto.
El sistema revela la dispersión de precios de algunos productos. Por ejemplo, el champú Fructis tiene diferencias de 30 o 40 pesos en el centro de Montevideo.
"Ningún establecimiento es más caro en todo. La estrategia es poner alguna cosa más cara y otra más barata, y a veces hay como trampitas que te arrancan las muelas con un producto y sacan bastante beneficio con eso", explicó La Buonora.
El encargado del SIPC explicó que un guiso compuesto de aceite, pulpa de tomate, paquete de pan lacteado, carne picada, arroz y un vino, comprando en la zona de Parque Rodó, puede llegar a costar entre 407 y 450 pesos.
El mensaje que da el SIPC, según La Buonora, es que "el ciudadano puede ahorrar comprando con cuidado".