El año pasado el MSP suspendió la distribución de las gotas GS, se dijo que no eran homeopáticas y a raíz de eso anunció que iban a regular y controlar los productos homeopáticos. Marlene Sica, directora de la Salud, agregó que no había suficiente bibliografía que avalara el beneficio de la homeopatía.
“La homeopatía es una práctica que no se inscribe en un contexto científico”, concluyó en 2007 una comisión especial de la Facultad de Medicina que evaluó la técnica para incorporarla a la carrera.
“Si bien en sí misma la homeopatía, sobre todo en manos de un médico, no es dañina en tanto que todos sus preparados son simplemente agua –sostienen los médicos- existen varios motivos por los cuales parece ser una práctica inconveniente”.
En esta misma dirección, el director de la cátedra de Farmacología de la Facultad de Medicina, Gustavo Tamosiunas, explicó a No toquen nada que la homeopatía no es una rama de la medicina y comparó sus resultados con los de un placebo.
“Cuando nosotros hablamos de la eficacia de un medicamento es porque, en aquellas situaciones donde no hay un tratamiento establecido, ha demostrado ser superior al efecto placebo. Entonces en muchos de los estudios y revisiones del tema vinculado a la terapéutica con productos homeopáticos, en buena parte, si no en todo, el efecto puede deberse al efecto placebo que tiene que ver con la intensión de tratar, con la expectativa que tiene el sujeto respecto a esta terapéutica o con el condicionamiento frente a esa situación”, detalló Tamosiunas.
El catedrático de Farmacología manifestó que el efecto placebo forma parte de los tratamientos médicos y que está científicamente comprobado, que para muchas situaciones puede aportar entre 40 y 60% de beneficio. Aclaró que el efecto placebo no puede cambiar el curso de una enfermedad, pero sí atenuar algunos síntomas; sobre todo cuanto más subjetivos son.
“No hay enfermedades sino enfermos”
La homeopatía es un tratamiento alternativo creado en Alemania a finales del siglo XVIII y está fundamentada en la ley de los semejantes, según la cual toda sustancia que provoca una serie de síntomas en una persona sana, puede curar los mismos síntomas en una persona enferma si se administra en dosis infinitesimales, hasta el punto de que no queden rastros químicos del compuesto en el preparado homeopático.
Esta ley cuestiona los postulados tradicionales de la medicina y la química, y por eso se convierte en centro de polémica entre los que la rechazan como terapia medicinal y los que adhieren a ella.
“Los medicamentos homeopáticos vienen del reino vegetal, del reino animal y del mineral. Se parte de la tintura madre y se hace la dilución que el médico indica; y hay escalas. Podés hacer desde un decimal, que es una gota en 10 gotas, a muchísimo. Y se saca de la última y se vuelve a preparar”, explicó Liliana Brea, médica homeopática y presidenta de la Asociación de Medicina Homeopática del Uruguay.
Además, agregó que las gotas GS, prohibidas por el Ministerio de Salud Pública, no son homeopatía porque su producción no sigue la técnica homeopática mencionada.
“Eso de homeopatía no tiene nada, porque no tiene ni la técnica homeopática. Es como si yo dijera que tomo homeopatía cuando me hago un té pasiflora o cuando me hago un té de boldo porque diluyo lo que está en una cantidad y digo que es homeopatía, la homeopatía no es eso, la homeopatía tiene una técnica”, mencionó.
Aunque el postulado básico de la química dice que habrá mayor efecto fisiológico cuanto más concentrado esté el principio activo, Brea aclaró que en el caso de la homeopatía la efectividad aumenta cuanto más diluido esté el preparado.
“La eficacia depende del enfermo, de la enfermedad y del médico que sea capaz de captar realmente lo que el paciente tiene y pueda darle el medicamento adecuado porque eso es lo otro que nosotros tenemos, no damos un mismo medicamento para una misma enfermedad. Damos de acuerdo al individuo y ahí tenemos que hacer un diagnóstico de qué medicamento necesita nuestro enfermo, esa es la parte más difícil”, desarrolló Brea.
Para la homeopatía “no hay enfermedades sino enfermos”. Es una terapia altamente individualizada, lo que la aleja de los principios fundacionales de la ciencia y lo que, según indicó Brea, dificulta a la hora de evaluar lo que necesita el paciente ya que solo se puede probar el éxito a través de casos individuales.
“Lo más difícil es saber qué medicamento necesita el enfermo y ahí es donde pueden darse las fallas, porque el paciente no nos dio los datos correctamente o porque nosotros no supimos ver qué era lo que realmente necesitaba nuestro paciente. Eso es muy engorroso porque son datos mucho más sutiles, más desde la individualidad de la persona”, expresó la médica.
A pesar de que el método científico no se puede aplicar para evaluar la homeopatía, Liliana Brea la considera como una rama de la medicina y sostiene que el reconocimiento oficial de la homeopatía como parte de la medicina se dio con un decreto en 2009, que establece que solo los médicos y odontólogos recibidos pueden ejercerla.
Con base en un informe de Gabriel Farías, de No toquen nada.